LA retinopatía del prematuro ocurre debido al crecimiento desorganizado de los vasos sanguíneos responsables de irrigar la retina del bebé y está indirectamente relacionado con la edad gestacional y el peso al nacer del bebé prematuro. Es decir, cuanto más prematuro y menor sea el peso del bebé, mayores serán las posibilidades de cambios en la retina relacionados con la prematuridad. Algunos factores, como la hipoxia, las transfusiones de sangre y las infecciones, pueden aumentar la probabilidad de que se desarrolle la enfermedad.
La retinopatía que se encuentra en su fase inicial retrocede espontáneamente. El primer examen debe realizarse dentro de las 4 a 6 semanas posteriores al nacimiento del bebé, y el seguimiento debe extenderse hasta la formación completa de los vasos o la regresión total de la enfermedad.
Si el bebé presenta la enfermedad en una etapa más avanzada, es necesario someterse a un tratamiento con láser o crioterapia, que ralentizará la progresión de la afección. En los casos más graves, se recomienda la cirugía; sin embargo, la posibilidad de visión reducida y ceguera es mayor.
El seguimiento anual es extremadamente importante para los bebés que han tenido regresión completa y bebés prematuros, ya que existe la posibilidad de otros problemas como estrabismo y diferencia de grados entre los ojos.
Fuentes:
http://en.wikipedia.org/wiki/Retinopathy
http://guiadobebe.uol.com.br/retinopatia-da-prematidão/
http://departamentos.cardiol.br/dha/revista/8-3/retinopatia.pdf
http://www.oftalmopediatria.com.br/texto.php?cs=14