Cuba es una pequeña isla ubicada en América Central, cerca del Mar Caribe y el Golfo de México, a poco más de 100 km de la costa sur de los Estados Unidos. Y esta isla fue escenario de una de las grandes revoluciones del siglo XX, la llamada revolución cubana.
Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, el escenario geopolítico cambió drásticamente. Se estableció una bipolarización mundial entre un mundo capitalista, encabezado por Estados Unidos y sus aliados, esencialmente en Occidente, y por otro lado un mundo socialista, encabezado por la Unión Soviética y sus aliados, básicamente en Oriente. Incluso existe una frase célebre atribuida al primer ministro inglés Winston Churchill, allá por 1947, que simbolizaría esta división, habría dicho que una cortina de hierro había descendido sobre Europa, separándola entre los dos bloques. Este era el nuevo mundo de la Guerra Fría.
Es en este contexto que surgirá la Revolución Cubana en 1959. Un movimiento de influencia marxista que pronto tomaría un rumbo socialista y que sucedió junto a la mayor potencia capitalista de la época, pero ¿cómo sucedió eso?
Uno de los factores a considerar es la tardía independencia de Cuba, esta fue la última colonia latinoamericana en obtener la independencia, recién en 1898 y con el apoyo de los Estados Unidos. Tal apoyo, sin embargo, no le llegó gratis al pueblo cubano, que permaneció bajo la intervención estadounidense hasta 1902. Y aún después de su salida de la isla, Estados Unidos siguió estando presente en la región gracias a la Enmienda Platt, una enmienda a la Constitución cubana. Lo cual, entre otras cuestiones, permitió que Estados Unidos interviniera en la isla, bajo la justificación de mantener la paz, las libertades individuales y la propiedad privada.
Durante años, el gobierno cubano mantuvo esa proximidad, a un nivel sumiso, con Estados Unidos, especialmente en cuanto a las relaciones económicas. He aquí un ejemplo tradicional de independencia política de la antigua metrópoli y dependencia económica de otra potencia, como ocurrió también en otros estados latinos después de su independencia.
En 1952, un golpe militar sacudió la política cubana. Dirigido por Fulgencio Batista, quien anteriormente había sido presidente de la isla entre 1925 y 1933, se estableció un régimen de excepción. Al mismo tiempo, surge en la política uno de los principales protagonistas de la Revolución Cubana: Fidel Castro.
Fidel se graduó en derecho y en 1952 integró el Partido Ortodoxo (o Partido del Pueblo de Cuba), este año fue candidato a diputado y tejió duras críticas al golpe. Con la cancelación de las elecciones por parte de Batista, estas fueron las palabras de Fidel Castro: “Había una vez una República. Tenía una Constitución, sus leyes, sus libertades; tuvo un presidente, congreso, tribunales […] El gobierno no satisfizo al pueblo, pero el pueblo pudo reemplazarlo y solo tomó unos días para hacerlo. […] ¡Gente pobre! Una mañana, la población amaneció aterrada… No. No fue una pesadilla. Era la triste y terrible realidad: un hombre llamado Fulgencio Batista acababa de cometer el terrible crimen que nadie esperaba”. (Fidel Castro, Apud: Ayerbe, 2004).
Caricatura del artista Fernández, publicada en el diario El País, el 21 de marzo. 1958, bajo el título “De pelota en pelota. Ahora toca el ‘Batista’”, muestra la figura de Fulgêncio Batista en un pequeño terreno en el mar, a punto de golpear una pelota que tiene escrita la palabra democracia.
La frustración de sectores opositores de diferentes espectros políticos ante la ausencia de elecciones, llevó a la organización de movimientos contra el gobierno dictatorial, incluyendo la formación de grupos que optaron por la lucha armada.
Fidel y su hermano Raúl Castro, Abel Santamaría, Aydée Santamaría, así como muchos otros que quedan anónimos en la historia, participaron en un movimiento que pretendía tomar dos cuarteles y luego iniciar una huelga general, con el fin de inflar más a los populares contra el gobierno. El movimiento fracasó, se cobraron varias vidas y los hermanos Castro terminaron en prisión.
En un texto manifiesto conocido como “La historia me absolverá”, Fidel explica que el objetivo no era apuntar a los militares, eran solo piezas del tablero del poder, eran parte de los oprimidos por el gobierno. Su verdadero objetivo era derrocar a este gobierno que oprimía a todo el pueblo cubano.
Según el sociólogo Florestan Fernandes, “El ataque al cuartel Moncada, en 1953, constituyó el hito del nuevo tipo de insurgencia, que combinará la acción política rebelde con la acción militar organizada”. (Fernandes, Apud: Santos, 2019).
Posteriormente ese primer texto-manifiesto se convertiría en el llamado “Programa Moncada”, base del M-26-7 (el nombre del movimiento es una referencia a la fecha del intento de toma del cuartel Moncada el 26 de julio). , 1953). Este documento estableció las cinco leyes revolucionarias: Reconocer la Constitución de 1940, concesión de minifundios a los campesinos (hasta 13.430 m²), 30% de las utilidades de las empresas a los trabajadores, 55% de las utilidades de la caña de azúcar a los campesinos y confiscación de los bienes obtenidos ilegalmente por los gobierno antidemocrático.
El objetivo del programa era traer soluciones a problemas sociales, de (ausencia de) libertad y restablecer la democracia en la isla. Es notable, en este documento, una aparente influencia del manifiesto de Lenin, en vísperas de la Revolución Rusa, conocido como las “Tesis de Abril” (1917). Pero también es claro que el programa no tiene una postura anticapitalista.
Aún sin un éxito efectivo, la detención de los rebeldes del Moncada movilizó varias manifestaciones por la liberación de los que eran considerados presos políticos. La amnistía recién llegó en 1955, luego de salir de prisión Fidel Castro partió hacia México, donde articuló un nuevo intento de insurrección, articulando siempre con los opositores que quedaban en la Isla. Cuando regresa de allí, trae consigo un nuevo aliado, el médico argentino Ernesto “Che” Guevara. A partir de 1957 la formación de un movimiento guerrillero en la isla.
El gobierno de Batista presentó algunos avances en lo que se puede llamar una modernización capitalista, pero por otro lado, ésta no fue para todos, ya que se mantuvo la pobreza en las ciudades y la precariedad en el campo. Lo que sucedió, en realidad, fue un ensanchamiento del abismo social en Cuba.
Finalmente, en la madrugada del 1 de enero de 1959, en medio de las festividades de celebración del nuevo año, el movimiento revolucionario triunfa y logra derrocar el gobierno del dictador Fulgencio Batista y asume el poder. Informes de la época mencionan que algunas personas incluso confundieron las ráfagas del rifle con el sonido de los fuegos artificiales. Como curiosidad: este episodio histórico sirvió de telón de fondo para el inicio de la segunda película de la trilogía “El Padrino”, 1974, dirigida por Francis Ford Coppola.
Es necesario contextualizar la Revolución cubana con el escenario geopolítico mundial, mencionado anteriormente. En 1959, el mundo estaba en plena Guerra Fría y un movimiento marxista en una isla tan cercana al gran signatario del capitalismo, demostraba un claro fracaso de la Doctrina Truman en la práctica por parte de Estados Unidos, que pretendía mantener el socialismo en pie. bahía.
En un principio no hubo una disputa oficial entre el gobierno de EE.UU. y el nuevo gobierno cubano, pero el temor de EE.UU., en plena Guerra Fría, de perder un territorio tan cercano al enemigo, llevó al presidente Kennedy a proponer la “Alianza para el Progreso”. (Alpro), en marzo de 1961. El nuevo programa de Estados Unidos tenía como objetivo promover el desarrollo de los países latinoamericanos. Según Che Guevara, entonces ministro del gobierno cubano, la propuesta de la Alianza para el Progreso solo nació porque Cuba, sin temor al avance de un gobierno socialista en la región, América Latina no era una prioridad inicial para los Estados Unidos.
Ante el frustrado acercamiento con el gobierno cubano, un mes después la actitud estadounidense hacia la isla cambia radicalmente, ante el intento de intervención militar en la región, episodio que se conoció como la “Invasión de Bahía de Cochinos”. La acción de los Estados Unidos no tuvo éxito y debilitó definitivamente los lazos que pudieran haber existido entre los dos países.
Ahora el entonces líder cubano, Fidel Castro, asume públicamente el carácter socialista de la revolución, lo que lleva a un mayor acercamiento a la Unión Soviética (URSS). La respuesta estadounidense no se hizo esperar, en enero de 1962 Cuba fue expulsada de la OEA (Organización de Estados Americanos) y en febrero fue objeto de un bloqueo económico por parte de Estados Unidos y sus aliados del bloque capitalista, la compra y/o venta de productos estaba prohibido de la isla. Todavía este año, el mundo vivió uno de los episodios más tensos de la Guerra Fría, “La Crisis de los Misiles”, cuando la URSS construyó una base de lanzamiento en la isla.
En 1965 el Che Guevara da por cumplida su misión y abandona la isla, en su carta de despedida escribe: “Siento que he cumplido parte de mi deber que me unía a la Revolución Cubana en vuestro territorio y me despido de vosotros, de mis compañeros, a los tuyos, que ya son míos [….] Otras tierras del mundo reclaman mis modestos esfuerzos… Hasta la victoria, siempre. ¡Patria o muerte!”. (Guevara, Apud: Ayerbe, 2004).
El gobierno revolucionario permanece en el poder, con fuerte apoyo económico de la URSS. Hubo una gran inversión en educación e investigación, promoviendo un importante crecimiento tecnológico, especialmente en el área médica. En cuanto al desarrollo económico, la industria azucarera alcanzó niveles elevados.
Diez años después de la salida del Che, hay una mayor concentración de poderes en manos del Poder Ejecutivo y aunque Fidel ocupó originalmente el cargo de Primer Ministro, siempre ha habido una inversión de poderes, de manera que él era el hombre fuerte en el poder. . A fines de 1976, Fidel asume el cargo de presidente y se establece una nueva Constitución.
Hacia fines de la década de 1980, la ayuda soviética a la isla disminuyó significativamente debido a la crisis interna que enfrentaba la URSS. Y los indicadores sociales y económicos de la isla comenzaron a deteriorarse. Con el fin de la Guerra Fría y la Unión Soviética, en 1991, la situación en la isla tendió a empeorar, sobre todo desde que Estados Unidos intensificó el embargo económico a la isla.
El gobierno de la isla permaneció en manos de Castro hasta poco antes de su muerte en 2016. Pero la familia Castro permaneció en el poder ya que su sucesor fue su hermano Raúl. Dejó el gobierno en 2018 y 2021, anunció su retiro definitivo del poder, abandonando su cargo en el Partido Comunista.
Bibliografía:
AYERBE, Luis Fernando. la revolución cubana. São Paulo: Editora Unesp, 2004.
BOLAÑOS, Andrés Felipe González, “La Revolución cubana a través de la caricatura política en los periódicos el país y El tiempo de Colombia 1958-1959”. diario Historia del Caribe, vol. XIII, nº 32, 2018, pág. 171-205. Disponible en: http://www.scielo.org.co/pdf/hisca/v13n32/0122-8803-hisca-13-32-00171.pdf, consultado el 1 de enero. 2022.
SANTOS, Judit. 26 de julio: Día de la Rebeldía Nacional Cubana. Disponible en: https://mst.org.br/2019/07/26/26-de-julho-dia-da-rebeldia-nacional-cubana/, 01 ene. 2022.