Revolución Puritana

A revolución puritana fue un conflicto que tuvo lugar en Inglaterra en la década de 1640 entre la monarquía y el parlamento. Carlos I, rey del país, no aceptó la intervención política de los parlamentarios y, de forma autoritaria, gobernó movido por sus intereses.

Las diferencias políticas comenzaron cuando Carlos I asumió el reinado tras la muerte de su padre, Jaime I, en 1625. Su dinastía fue responsable de una serie de cambios políticos en Inglaterra. Jaime I puso fin a las medidas liberales de los Tudor y se alió con la Iglesia Católica para fortalecer la ideología conservadora.

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En ese momento, Irlanda tenía una economía dependiente de los británicos, quienes mantenían un sistema feudal absolutamente elitista. En el poder, Carlos I quería subir el tipo impositivo, pero dependía de la aprobación de las Cortes.

Los parlamentarios exigieron una petición relacionada con problemas con impuestos, arrestos, juicios y reclutamiento militar. Disgustado, el rey aceptó las medidas, pero ordenó el cierre inmediato del Parlamento, que perdió su derecho de intervención política durante más de 10 años.

Con la implementación de más impuestos, la burguesía se vio perjudicada y terminó generando una crisis financiera al no pagar los altos impuestos que cobraba el rey.

Este hecho terminó por dividir a los parlamentarios en dos facciones:

  • excavadoras: liberales que defendian la reforma agraria en el pais y un reparto mas equitativo de la tierra para el desarrollo de la actividad agraria.
  • niveladores: más conservadores, defendieron el derecho a practicar la religión (católica) libremente, además de ser partidarios de la igualdad jurídica.

En el año 1640, Carlos I se vio obligado a consultar de nuevo al Parlamento antes de que estallara la Guerra Civil. Molesto por la aversión de los parlamentarios a sus intereses, el rey amenazó con cerrar de nuevo la institución.

Preparados, los líderes parlamentarios comenzaron a formar las primeras milicias para permanecer en el cargo. Oliver Cromwell dirigió a los combatientes de la facción en un ataque contra los monarcas.

En 1649, el ejército de parlamentarios consiguió capturar al rey y acabó aniquilándolo brutalmente, llegando incluso a decapitarlo.

Con la victoria obtenida, Cromwell se convirtió en el nuevo presidente del Consejo de Estado, tras ayudar a repartir grandes porciones de tierra con los pequeños campesinos que luchaban a su favor. Sin embargo, tras asumir el poder, por primera vez en el sistema republicano, acabó excluyendo a las capas inferiores de las decisiones políticas y gobernó Inglaterra de forma severa y autoritaria.

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