Revuelta de la Armada –

Fue un conflicto armado que se desarrolló en dos fases, fomentado por la Armada de Brasil en represalia, inicialmente, contra el gobierno del Mariscal Deodoro da Fonseca y las acciones de su adjunto, el Mariscal Floriano Peixoto. Se llevó a cabo en dos fases:

Primera revuelta armada

Ocurrió en 1891, en represalia por la conducta del entonces Presidente de la República, Marechal Deodoro da Fonseca, quien, ante serios problemas en el trato con los partidos políticos opuestos al gobierno -representados por la flor y nata de los caficultores-, decidió tomar una actitud radical, cerrando el Congreso, violando la Constitución de 1891. Una acción colectiva por parte de algunos centros de la marina, entre ellos el de la Bahía de Guanabara, que se rebelaron y prometieron atacar la ciudad de Río de Janeiro, entonces capital de la República.

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Para evitar lo peor, Deodoro da Fonseca, entonces con apenas nueve meses en el cargo, decidió renunciar. Su adjunto, Floriano Peixoto, asume provisionalmente el cargo, ya que según la Constitución, en un plazo máximo de dos años se convocarían nuevas elecciones presidenciales. A medida que se acercaba el final de su mandato, la oposición comenzó a jactarse de que Floriano tenía la intención de permanecer ilegalmente en el gobierno.

Segunda rebelión armada

Comenzó con una agitación encabezada por algunos generales, quienes enviaron una carta al presidente Floriano Peixoto ordenándole que convocara inmediatamente nuevas elecciones, en obediencia a la Constitución. El presidente frenó severamente la insubordinación, ordenando el arresto de los líderes del levantamiento. El golpe fue comandado por los oficiales superiores de la flota Saldanha da Gama y Custódio de Melo, que buscaban reemplazar a Floriano Peixoto.

El movimiento retrató el descontento de la Armada, que se sentía políticamente inferior al Ejército. El levantamiento no encontró el apoyo necesario en Río de Janeiro, emigrando luego hacia el Sur. Algunas tropas se apostaron en la ciudad de Desterro -hoy Florianópolis- e intentaron llegar a un acuerdo con los gauchos que apoyaban el federalismo, pero sin éxito. En marzo de 1894, el Presidente de la República, apoyado por las fuerzas del Ejército Brasileño, por el Partido Republicano Paulista y contando con una nueva flota de barcos obtenidos con urgencia en el exterior, sofocó el movimiento.

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