La segunda revuelta del movimiento tenentista se produjo el 5 de julio de 1924, dos años después del fracaso de la Revolta dos 18 do Forte de Copacabana. EL Revuelta Paulista de 1924 se llevó a cabo bajo la dirección del General Isidoro Dias Lopes. Los objetivos de la Revuelta de São Paulo eran los mismos que los de la Revuelta de los 18 del Fuerte de Copacabana: voto secreto, reformas en la educación pública, poder político al ejército, fin de la corrupción y destitución del presidente, o sea, lucharon para el fin del actual gobierno en la Antigua República.
La Revolta Paulista se hizo conocida como el mayor atentado con bomba ocurrido en la ciudad de São Paulo, varios edificios y casas fueron destruidos, principalmente en las zonas populares. A la revuelta asistieron unos mil soldados y duró 23 largos días. Los atentados se produjeron en puntos estratégicos de la ciudad, y entre ellos se encontraba la sede del gobierno estatal. Durante la revuelta, aproximadamente 300.000 personas tuvieron que abandonar la ciudad de São Paulo para proteger sus vidas. Una de las exigencias de los militares era que el entonces presidente del estado, Carlos Campos, se fuera al interior de la ciudad. Por estas acciones de los rebeldes, Campos se vio obligado a salir de la capital hacia el interior del estado, velando por su propia vida.
En el interior de São Paulo hubo revueltas en menor medida y algunos ayuntamientos fueron tomados por los rebeldes. Inicialmente, la dirección de la Revolta Paulista había planeado que otros estados se unieran a su movimiento, como una forma de ganar más visibilidad nacional. Sin embargo, sólo los estados de Mato Grosso, Amazonas, Pará, Sergipe y Rio Grande do Sul apoyaron las ideas del movimiento realizando acciones en otros días, pero los actos tuvieron poca representación para la Revolta Paulista.
El 10 de julio de 1924 los tenientes hicieron público un manifiesto para la deposición inmediata del presidente de la república, Artur Bernardes, y el cumplimiento de las reformas de gobierno. Bernardes respondió a la Revuelta Paulista organizando otra parte del ejército (leal al gobierno) y ordenando aviones para bombardear la ciudad.
La Revuelta de São Paulo, que no contó con un plan de gobierno tan elaborado y como el movimiento carecía de atractivo y apoyo popular, terminó llegando a su fin. Entre los soldados rebeldes, muchos fueron arrestados, asesinados o heridos. Al final, la ciudad quedó en ruinas.
Los tenientes, ante esta insatisfactoria situación, decidieron dispersarse hacia el sur del país, a los estados de Paraná y Santa Catarina, donde conquistaron algunas ciudades, pero sin éxito. Con el final de ese viaje, parte de los tenientes que quedaron se unieron al líder Luís Carlos Prestes, con el movimiento de Coluna Prestes. La Columna tenía las mismas propuestas políticas que la Revolta Paulista, pero tenía más organización e idealismo, por lo que duró dos años.
Referencias bibliográficas:
FAUSTO, Borís. Historia de Brasil. São Paulo: Editorial de la Universidad de São Paulo. 1995.
LINHARES, María Yedda (ORG.). Historia General de Brasil. Río de Janeiro: Elsevier, 2000.
ARAÚJO, Bernardo Goytacazes. Inestabilidad Política en la Primera República Brasileña. Juiz de Fora: Ibérico. 2009.