Rousseau y la desigualdad entre los hombres – Filosofía

Jean Jacques Rousseau, filósofo suizo (1712-1778), en su Discurso sobre el origen y fundamentos de desigualdad entre hombres, publicado en 1755, cita las bases sobre las que se asienta el proceso generador de desigualdades sociales y morales entre los seres humanos.

A partir de los primeros hombres, Rousseau puso en marcha un pensamiento que le llevaría a concluir que toda desigualdad se basa en la noción de propiedad privada creada por el hombre y el sentimiento de inseguridad en relación con otros seres humanos.

Según Rousseau, se suponía que los primitivos vivían en bandas más o menos organizadas, que se ayudaban entre sí esporádicamente, solo mientras la necesidad emergente lo demandaba, con fines de alimentación, protección y procreación. Una vez superada esta necesidad, los primitivos siguieron sus vidas de forma aislada, hasta que apareció una nueva necesidad.

Con la irrupción de nuevos requerimientos, a los que estos pueblos no estaban acostumbrados, también surgió la percepción de que podían tener, además de lo necesario, algo más que les pudiera hacer mejor que otros hombres. Esta noción, aún rudimentaria en estos pueblos, se fue perfeccionando, hasta llegar a un nivel de elaboración que dio lugar a la idea de propiedad, ya sea animal, tierra, armas e incluso otras personas.

Esta noción de propiedad creó en los primitivos la idea de acumulación de bienes y, en consecuencia, superioridad en relación con los demás. Esta supuesta superioridad fue el detonante para el inicio de conflictos entre hombres de una misma tribu y, más tarde, entre ciudades y naciones.

Otra novedad en este progreso mental fue la noción de familia, que con el tiempo llevó a hombres y mujeres a dejar de lado su comportamiento salvaje. Esta moderación en el comportamiento sacó a relucir la fragilidad hacia la naturaleza y los animales, pero trajo como compensación y la noción de grupo, que transmitía mayor poder de resistencia que el individuo solo. El amor conyugal y fraterno surge en este momento, según Rousseau.

Sin embargo, la facilidad de la vida en grupo trajo otro problema: la ociosidad y la búsqueda de algo que diera sentido a la vida, además del trabajo. Así se instituyó el ocio, sin embargo, con el tiempo, lo que era la conveniencia pasó a ser visto como una necesidad y surgieron nuevos conflictos, haciendo a los hombres más infelices por la privación de comodidades, que felices de tenerlas.

Así, según Rousseau, las desigualdades entre los hombres se basan en la noción de propiedad privada y la necesidad de superar al otro, en una búsqueda constante de poder y riqueza, para subyugar a sus semejantes.

Fuente:
ROUSSEAU, Jean Jacques – Discurso sobre el origen y fundamentos de las desigualdades entre hombres / Jean Jacques Rousseau; [introdução de João Carlos Brum Torres]; traducción de Paulo Neves. – Porto Alegre, RS: L&PM, 2008.


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