Rubén Darío – Biografía del Escritor Nicaragüense

Imposible resumir en dos párrafos la vida de Rubén Darío y las huellas que han dejado a su paso en la poesía y en la literatura; su espíritu cosmopolita cuando vino de su Nicaragua natal a Santiago de Chile, Buenos Aires, Madrid, París, quiso superar el provincianismo que imperaba en las costumbres literarias de Hispanoamérica. Su visión fue sincrética debido a la lectura de los románticos, simbolistas y parnasianos franceses. Se interesó por la música, la pintura, la sensualidad pagana y la mística cristiana, el alma y el cuerpo, los colores y los sonidos, lo que impregna su obra de sinestesia e hipersensibilidad que era una forma de librarse de la complejidad del mundo moderno, como el agente e intérprete que fue. Estuvo en el centro de interrogantes que reflejaron sobre el terreno la conciencia crítica del hombre respecto al arte y la vida, así como la realidad sociopolítica y las naturales insatisfacciones y agonías del artista. La estética modernista aparece en su prosa en Azul…(1888), incluso se inicia la renovación en este género. “Rubén Darío da unevo giro a la poesía en lengua española”1a pesar de no haber publicado libros de cuentos, se ha dedicado a estos porque “para ellos y los modernistas, el cuento era un campo de exploración tan intenso como la poesía”dos. Cuando llegó a Buenos Aires en 1896, la viuda de Rafaela Contreras había viajado a España, contrajo nuevo matrimonio con Rosario Murillo y viajó a Nueva York y París. luego publicar Los Raros y prosa profana. Pretende disuadir a sus posibles imitadores y afirma: “mi literatura es mía, en mí”.

El símbolo favorito de Rubén Darío es el cisne que aparece en multitud de sus composiciones. Otra obra del poeta nicaragüense es Canciones de vida y esperanza que presentan un tono diferente, ‘más angustiado e hispano adquiere importancia ante la rápida expansión de Estados Unidos’.

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Abrió nuevos caminos y su renovación estética permitió que la poesía en lengua española recuperara un dinamismo que había perdido en décadas anteriores, por lo que se puede decir que Rubén Darío fue el fundador de la estética literaria moderna.

Traducción

Es imposible resumir en dos o tres párrafos la vida de Rubén Darío y las huellas que su paso dejó en la poesía y la literatura; su espíritu cosmopolita lo llevó de su Nicaragua natal a Santiago de Chile, Buenos Aires, Madrid, París, pues quería superar el provincianismo que imperaba en las costumbres literarias de Hispanoamérica. Su visión fue sincrética debido a la lectura de los románticos, simbolistas y parnasianos franceses. Se interesó por la música, la pintura, la sensualidad pagana y la mística cristiana, el alma y el cuerpo, los colores y los sonidos, lo que impregnó su obra de sinestesia e hipersensibilidad que era una forma de agotar la complejidad del mundo moderno, como agente e intérprete que era. . Estaba en el centro de temas que reflejaban no sólo la conciencia crítica del hombre sobre el arte y la vida, sino también la realidad sociopolítica y las agonías naturales de insatisfacción del artista. La estética modernista aparece en su prosa en Azul…(1888), incluso se inicia la renovación en este género. “Rubén Darío da un nuevo rumbo a la poesía en lengua española”3a pesar de no haber publicado libros de cuentos, se dedicó a estos porque “para él y los modernistas, el cuento era un campo de exploración tan intenso como el de la poesía”4. Cuando el viudo de Rafaela Contreras llegó a Buenos Aires en 1896, ya había viajado a España, contrajo nuevo matrimonio con Rosario Murillo y viajó a Nueva York y París. luego publicar Los Raros y prosa profana. Pretende disuadir a sus posibles imitadores y afirma: “mi literatura es mía, en mí”.

El símbolo favorito de Rubén Darío es el cisne que aparece en varias de sus composiciones. Otra obra destacada del poeta nicaragüense es el Canciones de vida y esperanza que tienen un tono diferente, ‘más angustiado e hispano adquiere importancia ante la rápida expansión de Estados Unidos’.

Abrió nuevos caminos y su renovación estética permitió que la poesía en español recobrara un dinamismo que había perdido en décadas anteriores, de ahí que se pueda decir que Rubén Darío fue el fundador de la estética literaria moderna.

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