Semilla – Plantas –

LA semilla consta del embrión, un tejido de reserva nutritiva (generalmente el endospermo) y una envoltura protectora, llamada tegumento o caparazón. Es la unidad reproductora de los espermatofitos (gimnospermas y angiospermas), estando relacionada con la dispersión y supervivencia de las plantas. En las semillas se presenta una gran variación en el tamaño, forma, color y aspecto superficial, siendo estas características de gran importancia para su identificación.

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Variedad de semillas. Foto: Madlen / Shutterstock.com

La formación de las semillas comienza con la fertilización de la oosfera, contenida en el huevo. En las gimnospermas, cuyo nombre significa “semillas desnudas”, los huevos, y más tarde las semillas, no permanecen dentro de un carpelo (unidad de ginecio, estructura reproductiva femenina de la flor), desarrollándose sobre los esporófilos (hojas fértiles, donde se producen las esporas). ), escalas o estructuras correspondientes. El cigoto formado durante la fertilización se convierte en el embrión, que está rodeado por el endospermo, y el tegumento del huevo da lugar al tegumento de la semilla. En las angiospermas ocurre un fenómeno llamado doble fertilización: uno de los gametos masculinos se une a la oosfera, produciendo el cigoto, mientras que el otro gameto se asocia con los dos núcleos polares, formando el endospermo. El endospermo, un tejido de reserva, se puede consumir antes o después de que la semilla esté madura, lo que varía según la especie.

El embrión está compuesto por una raíz embrionaria denominada radícula, que tiene una gran capacidad de multiplicación (Figura 1). La radícula puede estar rodeada por una capucha protectora llamada capucha. En el otro extremo se ubica el meristemo apical del tallo, conocido como tallo. La región ubicada entre la radícula y el cotiledón se llama hipocótilo, mientras que la región superior entre el cotiledón y el meristemo apical del tallo se llama epicotilo. En los pastos, el tallo está rodeado por una vaina protectora llamada coleoptilo. Las plantas con dos cotiledones se clasifican como eudicotiledóneas, ya que aquellas con solo uno se denominan monocotiledóneas (Figura 1).

La consistencia del endospermo y el tipo de sustancia almacenada varía entre plantas. Este tejido puede contener paredes delgadas, con reservas como granos de almidón, proteínas y lípidos en su interior. Aún se pueden acumular sustancias nutricionales en la pared del endospermo, que se vuelve más gruesa y de consistencia corneal. El endospermo puede ser estriado o irregular, y se le llama endospermo rumiado, una característica reportada para alrededor de 32 familias de angiospermas.

Figura 1 – Estructura de semillas de especies del grupo de eudicotiledóneas y monocotiledóneas. Ilustración: Ellen Bronstayn / Shutterstock.com [adaptado]

Dispersion de semillas

La dispersión de semillas, es decir, su remoción de la planta madre y su desplazamiento a otros lugares, tiene una gran importancia en el ciclo reproductivo de las plantas y en la regeneración de comunidades naturales. Generalmente, las semillas tienen características morfológicas relacionadas con su tipo de dispersión. Los agentes de dispersión pueden ser abióticos (viento y agua) o bióticos (mamíferos, aves, reptiles e insectos), estando asociados a varios síndromes de dispersión. El síndrome anemochórico, por ejemplo, utiliza el viento para transportar semillas. Por tanto, estas semillas tienen adaptaciones morfológicas que reducen su peso, como alas membranosas, pelo largo y cerdas. En el hidrocory, las semillas se adaptan a la dispersión por el agua, conteniendo estructuras celulares que retienen el aire. La zoocoria es la dispersión que realizan los animales, en la que las semillas tienen ambos mecanismos para adherirse a los animales, como los anzuelos, y producen atractivos para su consumo, como la llamativa pulpa del fruto.

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Referencias bibliográficas:

Appezzato-da-Glória, B. y Carmello-Guerreiro, SM 2006. Anatomía vegetal. 2ª ed. Viçosa: Ed. UFV, 438 p.

Ferreira, AG & Borghetti, F. 2004. Germinación: de lo básico a lo aplicado. Porto Alegre: Artmed, 323 p.

Cuervo, P.; Evert, RF y Eichhorn, SE 2007. Biología vegetal. 7ª ed. Río de Janeiro: Guanabara Koogan, 830 p.

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