Sexualidad – Sexualidad humana – definición

La sexualidad es un concepto que se basa en la atracción sexual y el afecto compartido entre las personas.

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Teóricamente, la sexualidad tal como la conocemos comienza con la pubertad o la adolescencia, que debería ocurrir alrededor de los 12 años (Art. 2 – Estatuto del Niño y del Adolescente). Sin embargo, en la práctica sabemos que no es exactamente así.

El término “sexualidad” nos lleva a un universo donde todo es relativo, personal y muchas veces paradójico. Se puede decir que es el rasgo más íntimo del ser humano y como tal, se manifiesta de manera diferente en cada individuo según la realidad y las vivencias vividas por el mismo.

La noción de la sexualidad como búsqueda del placer, descubrimiento de las sensaciones que proporciona el contacto o el tacto, atracción hacia otras personas (del sexo opuesto y / o incluso del sexo) para obtener placer satisfaciendo los deseos del cuerpo, entre otras características, está directamente relacionado y depende de factores genéticos y principalmente culturales. El contexto influye directamente en la propia sexualidad.

El concepto de sexualidad se confunde a menudo con el de sexo en sí. Es importante señalar que no es necesario que uno vaya acompañado del otro. Depende de cada uno decidir el momento propicio para que esta sexualidad se manifieste físicamente y sea compartida con otro individuo a través del sexo, que es solo una de las formas de alcanzar la satisfacción deseada. La sexualidad es una característica general que vive todo ser humano y no necesita una relación exacerbada con el sexo, ya que se define por la búsqueda de placeres, que no son solo aquellos que son explícitamente sexuales. Se puede entender como constituyente de la sexualidad, la necesidad de admiración y gusto por el propio cuerpo, por ejemplo, lo que no necesariamente significa una relación narcisista de amor incondicional con el ego.

Existen distintas aproximaciones al tema que varían según las concepciones y creencias que convienen a cada uno. En algunos lugares puedes encontrar opiniones prejuiciosas sobre el tema. En otros, se discute libremente y con gran aceptación desde diferentes perspectivas en torno al término. Algunos aspectos de la psicología, como el psicoanálisis freudiano, consideran la existencia de la sexualidad en los niños incluso cuando nacen. Propone el paso por fases (oral, anal, fálica) que aportan o definen la constitución de la sexualidad adulta que se desarrollará posteriormente.

Cualquiera que sea su visión íntima sobre el tema, es interesante poder mantener una relación de comprensión y aceptación de su propia sexualidad. La aclaración de dudas y la capacidad de sentirse cómodo con sus deseos y sensaciones, colabora inmensamente en su maduración, lo que genera una sensación de confort y evita conflictos internos derivados de dudas y miedos, generando una experiencia positiva y saludable.

Es muy común pensar en la sexualidad y luego referirse al sexo. Sin embargo, puede relacionarse con otras formas de buscar el placer y también con los sentimientos compartidos. Tenga en cuenta que el término «sexo» se refiere a los genitales o al acto sexual.

La sexualidad es muy relativa y personal, ya que lo que puede considerarse placentero para algunos puede no serlo para otros. Además, se desarrolla según las experiencias de cada persona.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS):

«La sexualidad es parte de la personalidad de todos, es una necesidad básica y un aspecto del ser humano que no puede separarse de otros aspectos de la vida. La sexualidad no es sinónimo de coito (relaciones sexuales) y no se limita a la ocurrencia o no del orgasmo. La sexualidad es mucho más que eso, es la energía que te motiva a encontrar el amor, el contacto y la intimidad y se expresa en la forma de sentir, en los movimientos de las personas, y en cómo se tocan y se tocan. La sexualidad influye en los pensamientos, sentimientos, acciones e interacciones y, por tanto, en la salud física y mental. Si la salud es un derecho humano fundamental, la salud sexual también debe considerarse un derecho humano básico. «

Tenga en cuenta que la sexualidad está presente en todas las etapas de nuestra vida. Generalmente, el deseo sexual surge en la pubertad, alrededor de los 12 años, y es una característica natural de los seres humanos.

Actualmente, la “Orientación Sexual” es un tema transversal que debe ser abordado en las escuelas como una forma de entender este concepto y todos los demás que se relacionan con él: sexo, afectividad, género, métodos anticonceptivos, aborto, embarazo adolescente, enfermedades sexualmente transmitido, etc.

Género e identidad de género

El concepto de género se relaciona con el de sexualidad ya que hace referencia a los géneros masculino y femenino.

La identidad de género es, a su vez, el género con el que se identifica el individuo. En este caso, hay personas que, desde niños, nacen con un determinado sexo, sin embargo, se identifican con otro. Estos se llaman transgénero.

Es importante resaltar que la violencia de género se genera por prejuicios contra el sexo opuesto. Implica agresiones físicas, verbales y psicológicas. Suelen ser mujeres que sufren este tipo de violencia.

Cabe mencionar que las prácticas sexistas y sexistas están relacionadas con la violencia de género. Además, tenemos el concepto de androcentrismo donde el pensamiento masculino se coloca en el centro.

Orientación y afecto sexual

La orientación sexual es otro aspecto importante de la sexualidad humana. Esto dependerá del género que atraiga a una persona.

Un individuo puede considerarse heterosexual cuando la atracción y los sentimientos ocurren entre personas del sexo opuesto. Este tipo de relación se llama heteroafectiva.

Los homosexuales u homosexuales son aquellos que se sienten atraídos por personas del mismo sexo. Y finalmente, hay bisexuales o biafectivos donde el interés y la afectividad involucran a ambos sexos.

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