SIDA – VIH – formas de transmisión, síntomas, tratamientos y prevención

LA SIDA (Síndrome de inmunodeficiencia adquirida – SIDA, acrónimo en portugués), es una enfermedad infecciosa grave que afecta a las células del sistema inmunológico y perjudica el funcionamiento del sistema responsable de combatir las enfermedades. El síndrome es causado por el virus del VIH (virus de inmunodeficiencia humana), que conduce a la pérdida progresiva de células inmunitarias.

El síndrome se describió por primera vez en 1983, cuando se identificó el patógeno causante de la infección inmunitaria. Es un virus que infecta selectivamente a las células T colaboradoras.

¿Eres estudiante, profesor o academia?

DATE DE ALTA EN NUESTRA RED SOCIAL!, Grupos de estudio, apuntes, escribe en tu propio blog, añadir tu academia o dar clases particulares y Aprende!!!.

Abrir un perfil

El VIH infecta células específicas, que son los linfocitos T CD4 +. Este tipo de virus tiene la característica de integrarse con el ADN del huésped, provocando una infección persistente. Entre el momento de la infección y las manifestaciones clínicas pueden pasar años y la enfermedad se considera subclínica, es decir, el virus permanece latente en el organismo. Después de activarse y a medida que las células del sistema inmunológico se debilitan, aparecen los síntomas.

La infección por VIH se adquiere a través del contacto directo de persona a persona, las relaciones sexuales, el uso de jeringas compartidas, las agujas contaminadas que usan los consumidores de drogas intravenosas, la transferencia transplacentaria o la transfusión de sangre.

El curso clínico de la infección tiene varias fases. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CPCD) clasifican y dividen la infección por VIH en adultos en tres etapas clínicas, a saber:

  • Infección asintomática;
  • Infecciones persistentes donde surgen patógenos oportunistas, además de síntomas de diarrea, fiebre, placas blanquecinas en la mucosa oral y algunas condiciones precancerosas del cuello uterino, y;
  • SIDA clínico.

Hay diferentes subtipos de VIH y los virus pueden variar entre sí.

Ilustración: Tang Yan Song / Shutterstock.com

Síntomas

En las primeras etapas, el síndrome puede ser completamente asintomático o mostrar solo síntomas leves, debido al largo período de incubación del VIH. Con el tiempo, a medida que aumentan las tasas virales y el daño al sistema inmunológico se vuelve más pronunciado, se presentan manifestaciones clínicas que incluyen fiebre constante, placas blanquecinas en la mucosa oral, dolores de cabeza, dolor de garganta y dolor muscular, pérdida de peso y sudores nocturnos. En la siguiente etapa, cuando la enfermedad está avanzada y la inmunidad está comprometida, aparecen otras enfermedades oportunistas, como tuberculosis, neumonía, meningitis, candidiasis y algunos tipos de cáncer.

Diagnóstico

El diagnóstico de la infección por VIH se realiza mediante pruebas específicas de laboratorio, donde se analiza la presencia de anticuerpos frente al virus o la detección de su material genético. Las principales pruebas son la reacción de inmunoensayo enzimático (Elisa) y la reacción en cadena de la polimerasa (PCR).

Actualmente se utilizan pruebas rápidas, que pueden detectar anticuerpos contra el VIH en unos 30 minutos. Estas pruebas rápidas son ofrecidas por el Sistema Único de Salud (SUS) y se aplican ampliamente en campañas e investigaciones científicas sobre la enfermedad.

En personas que se sabe que están expuestas a factores de riesgo de infección, si el resultado inicial es negativo, se sugiere una nueva prueba después de 30 días, porque el virus puede estar en una ventana inmunológica, donde los anticuerpos específicos pueden no detectarse al principio. Incluso en estos casos, la transmisión de virus está activa.

Se realiza el diagnóstico y si se detecta la presencia del virus, se indican los enfoques terapéuticos.

Tratamiento

El tratamiento del sida es una terapia antirretroviral de gran actividad, que recibe el nombre genérico de Cocktail, y tiene la posibilidad de asociar varios fármacos diferentes, entre ellos el AZT, la medida más conocida para el tratamiento del sida. Estos medicamentos tienen como objetivo controlar la replicación del virus, mantener baja la carga viral y así ayudar a prevenir la transmisión y combatir otras infecciones.

De acuerdo con las pautas mundiales de tratamiento del SIDA, el cóctel debe administrarse según el recuento de células CD4, que varía entre los pacientes. La medicación no se aplica cuando el recuento celular es alto, es decir, la inmunosupresión no es grave. Cuando las células estén entre 200 y 350, el médico evaluará si es necesario o no. Cuando las células están por debajo de 200, se introduce el cóctel, ya que el cuadro de inmunodeficiencia es importante.

Varios medicamentos están asociados con el cóctel, por lo que los efectos secundarios como mareos, diarrea y náuseas son comunes.

Todavía no existe cura para la enfermedad y la prevención es la mejor solución. Existen varias campañas de sensibilización, principalmente enfocadas a los jóvenes, que enfatizan la práctica del sexo seguro, con el uso de condones, ya que las relaciones sexuales son uno de los principales medios de transmisión del virus.

La ayuda psicológica también es esencial para los pacientes y ayuda directamente en la adherencia y, en consecuencia, en el resultado del tratamiento.

Además, los pacientes VIH positivos deben ser bienvenidos, porque, lamentablemente, hasta el día de hoy, existe un tabú en relación a la enfermedad y se percibe el prejuicio. Esto a menudo resulta en vergüenza e incluso puede interferir con el curso del tratamiento. El tratamiento se lleva a cabo durante el resto de la vida del VIH positivo, incluso si las cargas virales son bajas, el seguimiento debe mantenerse de forma regular y para ello el paciente debe estar comprometido y seguir estrictamente todas las recomendaciones médicas. Cuando hay un uso irregular de medicamentos antirretrovirales, el virus se vuelve más resistente a los medicamentos, lo que dificulta el control de la enfermedad.

El tratamiento del sida ha logrado importantes avances en los últimos años, gracias a varias líneas de investigación científica con énfasis en un mejor diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. El tratamiento está enfocado a reducir la carga viral, hasta el punto de que no se detecta fácilmente y puede considerarse una enfermedad crónica tratable, sin embargo, es importante enfatizar que incluso con cargas bajas, la infección permanece en el organismo y sin los debidos control, las tasas aumentan de nuevo, provocando el síndrome. Hoy en día, si se les trata adecuadamente, las personas VIH positivas pueden vivir con el virus durante períodos prolongados, tal vez incluso al final de una vida muy larga.

Prevención

La principal forma de prevenir el SIDA es controlando la transmisión del virus. Al igual que con otras infecciones de transmisión sexual, es importante usar condones durante las relaciones sexuales. El uso de jeringas desechables y el control médico siempre que se exponga a situaciones de riesgo también son medidas importantes para controlar la transmisión.

Los profesionales de la salud deben seguir las medidas de seguridad establecidas por los estándares regulatorios para evitar la exposición al virus.

Las mujeres embarazadas deben hacerse la prueba del VIH durante la atención prenatal y, en casos positivos, iniciar el tratamiento para evitar la contaminación del bebé. Hoy, afortunadamente, es posible que una mujer VIH positiva quede embarazada y no transmita la enfermedad a su hijo.

Lamentablemente, hasta el momento, no ha sido posible desarrollar una vacuna contra el VIH, porque el virus está en constante mutación y no ha sido posible, hasta entonces, establecer un protocolo.

Las campañas de sensibilización son herramientas importantes para comprender la enfermedad y sus formas de transmisión. Las medidas preventivas contribuyen a la reducción de los casos de sida, esto debido a los incentivos al cambio de comportamiento de las personas, con el fin de evitar en la mayor medida posible el riesgo de exposición.

Buscar un servicio especializado lo antes posible también aumenta las posibilidades de controlar la enfermedad y reducir la transmisión. En caso de sospecha o contacto con factores de riesgo, se debe realizar el examen y, si es necesario, iniciar el tratamiento de inmediato.

Fuentes:

http://www.saude.gov.br/saude-de-az/aids-hiv

https://www.h9j.com.br/centro-de-medicina-especializada/Paginas/patologias/aids-mesmo-sem-cura-e-possivel-viver-com-o-virus.aspx

Aids

http://www.aids.gov.br

Abbas, AK, Lichtmann, A .., Pillai, S. Inmunología básica: funciones y trastornos del sistema inmunológico. 4. ed. Río de Janeiro: Elsevier, 2013.

TORTORA, GJ, FUNKE, BR, CASE, CL Microbiología. -8. ed.-Porto Alegre: Artmed, 2005.

AVISO LEGAL: La información proporcionada en esta página solo debe usarse con fines informativos y nunca puede usarse como sustituto de un diagnóstico médico por parte de un profesional calificado. Los autores de este sitio web renuncian a cualquier responsabilidad legal que se derive del mal uso de la información aquí publicada.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *