LA Síndrome de Founier, también conocido como Gangrena de Founier, fascitis necrotizante o síndrome de Mellené, se caracteriza por una infección aguda de los tejidos blandos del perineo, con presencia de celulitis necrotizante secundaria y bacterias anaerobias o gramnegativas, o ambas.
Esta enfermedad fue reportada por primera vez en 1764 por Baurienne, y lleva el nombre del urólogo francés Jean Alfred Founier, quien describió el síndrome en detalle en trabajos publicados en los años 1863 y 1864.
En esta condición, hay endarteritis obliterante, lo que da como resultado una trombosis vascular subcutánea y necrosis tisular. Este último, a su vez, es secundario a la isquemia local y al efecto sinérgico de las bacterias. La necrosis acaba favoreciendo la entrada de estos microorganismos en zonas previamente estériles.
El síndrome de Founier puede ser idiopático o estar ligado a factores predisponentes, como alcoholismo, diabetes mellitus, traumatismos mecánicos, procedimientos quirúrgicos, pacientes inmunosuprimidos, infecciones del tracto urinario o perianal, entre otros.
Anteriormente se describió como una condición poco común; sin embargo, hoy un hecho aparentemente está contribuyendo a la incidencia de este síndrome: el abuso de antibióticos.
El cuadro clínico muestra edema y eritema escrotal doloroso repentino en pacientes sin quejas, oscurecimiento del tejido epitelial, progresando a gangrena, con mal olor y enfisema subcutáneo en el sitio. En este momento, hay una mejoría del dolor, debido a la afectación de los nervios, lo que complica aún más la condición. El paciente también tiene fiebre y toxoinfección severa, donde el paciente comienza a experimentar náuseas, vómitos, taquipnea y cambios mentales.
Aún no se conoce el motivo de la preferencia por la región escrotal. Hay varias hipótesis, como: falta de higiene; menos circulación de aire; pliegues de la piel que albergan bacterias que, a su vez, penetran en la piel tras algún traumatismo; tejido celular subcutáneo muy laxo que facilita la diseminación; edema en traumatismos o infecciones menores, impidiendo la correcta vascularización de la región; extensa trombosis de vasos subcutáneos.
El tratamiento se basa en el uso de antibióticos de amplio espectro, que atacan a las bacterias anaeróbicas y gramnegativas. El procedimiento quirúrgico es indispensable, así como el tratamiento de la etiología cuando la enfermedad progresa. Otras terapias incluidas son la oxigenoterapia hiperbárica y los triglicéridos de cadena media, como el aceite de girasol.
Fuentes:
http://boasaude.uol.com.br/lib/ShowDoc.cfm?LibDocID=2589&ReturnCatID=1746
http://pt.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADFournier_ndrome
http://www.acm.org.br/revista/pdf/artigos/666.pdf
http://www.sbcp.org.br/revista/nbr292/p197_202.htm
http://www.scielo.br/pdf/reeusp/v36n2/v36n2a01.pdf