LA síndrome de serotonina, también llamado síndrome serotoninérgico, es una afección resultante de la estimulación exacerbada de los receptores serotoninérgicos centrales y periféricos, caracterizada por cambios en el estado mental, así como en las funciones motoras y autonómicas.
Las causas de este síndrome son diversas. Suele ser el resultado de una interacción farmacológica, cuando dos o más fármacos que aumentan la neurotransmisión serotoninérgica a través de diferentes mecanismos se utilizan de forma concomitante o en sobredosis. En casos raros, puede resultar de una sobredosis causada por un solo agente.
Además, puede ser secundario a las siguientes situaciones:
- Aumento de la síntesis de serotonina (triptófano);
- Mayor liberación de serotonina almacenada (cocaína, anfetaminas, bromocriptina, L-dopa);
- Disminución de la recaptación de serotonina por terminación presináptica (dextrometorfano, nefazadona, petidina, inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, antidepresivos tricíclicos);
- Inhibición del metabolismo de la serotonina (inhibidores de la monoaminooxidasa);
- Estimulación de los receptores postsinápticos de serotonina (dietilamida del ácido lisérgico);
- Aumento de la respuesta postsináptica a la estimulación por serotonina (litio).
Las manifestaciones clínicas aparecen horas o días después de la exposición al agente tóxico responsable de desencadenar este síndrome y se caracterizan por la tríada:
- Cambios en el estado mental, que incluyen ansiedad, agitación, confusión, inquietud, hipomanía, alucinaciones y coma.
- Alteraciones motoras, incluyendo temblores, mioclonías, hipertonía, hiperreflexia e incoordinación. El aumento del tono muscular es más pronunciado en las extremidades inferiores.
- Cambios en el sistema nervioso autónomo como fiebre, sudoración, náuseas, vómitos, diarrea e hipertensión.
La combinación de síntomas varía según cada caso. Las diferentes complicaciones que se pueden encontrar en este síndrome incluyen convulsiones, rabdomiólisis, coagulación intravascular diseminada (DAI) y coma.
No existen pruebas específicas para confirmar el síndrome serotoninérgico. Estos pueden ser útiles solo para excluir otros trastornos que conducen a una condición clínica similar, como síndrome anticolinérgico, toxicidad por carbamazepina, infecciones del sistema nervioso central, abstinencia de alcohol, abstinencia de algunos fármacos (hipnóticos, sedantes u opioides), golpe de calor, toxicidad por litio y sobredosis de simpaticomiméticos.
El tratamiento se basa en la suspensión del agente desencadenante del síndrome, junto con el tratamiento de apoyo y sintomático, hasta la extinción de las manifestaciones clínicas.
Fuentes:
http://www.pslogos.com/
http://en.wikipedia.org/wiki/
http://www.scielo.br/scielo.