Transpiración o hiperhidrosis es una condición médica cuya principal característica es la sudoración excesiva. Según el diccionario Michaeles (2007), sudar es “sudoración profusa”. El sudor es un mecanismo que hace posible que el cuerpo se adapte a las fluctuaciones de temperatura a las que los humanos pueden estar expuestos.
En condiciones normales, las personas sudan cuando se someten a un calor excesivo o cuando hacen ejercicio. Las glándulas sudoríparas, ubicadas debajo de la dermis, son responsables de la producción y eliminación del sudor.
La hiperactividad de las glándulas sudoríparas produce sudoración o hiperhidrosis. Hay dos tipos de glándulas sudoríparas: ecrino y apocrino. El exceso de producción de las glándulas ecrinas es lo que causa la hiperhidrosis. Hay de 2 a 5 millones de glándulas ecrinas distribuidas por todo el cuerpo humano. Los lugares más afectados son las manos, los pies, las axilas, el cráneo y la cara, que pueden permanecer constantemente mojados por el sudor.
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El hipertiroidismo, la obesidad, la menopausia y los trastornos psiquiátricos pueden tener como síntoma la sudoración. En tales casos, la hiperhidrosis se considera secundaria a una enfermedad subyacente.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, la sudoración es primaria, consecuencia del nerviosismo, el estrés, el aumento de la sensibilidad a la temperatura ambiente o incluso a los estímulos (comer alimentos picantes, por ejemplo). Un sistema nervioso demasiado activo es una posible explicación de la hiperhidrosis primaria. En tales casos, es una condición que tiene la mayor consecuencia del malestar social y el malestar que causa la sudoración excesiva a las personas con sudoración. Los síntomas pueden aparecer en cualquier momento, incluso en la infancia, aunque es más común que aparezcan entre los 15 y los 30 años.
No existe un tratamiento definitivo para la sudoración. Dependiendo de la intensidad de la hiperhidrosis, puede estar indicado:
- El tratamiento tópico – con cremas, antitranspirantes y astringentes (cloruro de aluminio en alcohol etílico, solución de glutaraldehído al 2%, etc.) – se recomienda para casos de hiperhidrosis leve o moderada.
- Tratamiento farmacológico: uso de ansiolíticos, antidepresivos y anticolinérgicos, que actúan sobre el sistema nervioso, disminuyendo la estimulación de las glándulas sudoríparas. Los síntomas solo se reducen mientras se administran los medicamentos, y los efectos secundarios son varios, como sequedad de boca, cambios en la visión, sedación, entre otros.
- Tratamiento con toxina botulínica (Botox): se recomienda la aplicación de toxina para los casos de hiperhidrosis leve o moderada que no responden bien al tratamiento tópico. Tiene una duración de 6 a 8 meses, requiriendo nuevas aplicaciones después de este período.
- Tratamiento quirúrgico – Recomendado en casos de hiperhidrosis severa, o en casos de hiperhidrosis moderada, en los que hubo pérdida de calidad de vida, por tratarse de un procedimiento invasivo. La intervención quirúrgica se llama Simpatectomía Torácica por Videotoracoscopia. A través de él se interrumpe la transmisión de los nervios responsables del exceso de sudor.
Incluso el tratamiento quirúrgico no significa curar la hiperhidrosis, ya que es común que el sudor exagerado migre desde la región donde se realizó la operación a otras regiones del cuerpo, ocurriendo lo que los médicos denominan hiperhidrosis compensatoria.
Referencias:
BARBOSA, Gisele. Hiperhidrosis, sudoración excesiva o sudoración excesiva. Toque femenino. Disponible en:
DICCIONARIO DE MICHAELIS. Disponible en:
LEUCK JUNIOR, Ivo. Sudoración excesiva (hiperhidrosis). ABC da Saúde. Disponible en:
VALDÍVIA, Miguel. Sudoración, sudoración excesiva. Salud en internet. Disponible en: