Promedio de hijos por mujer.
La tasa sintética de fecundidad evalúa el número de hijos que tendría una mujer durante su vida fértil si se comportara de acuerdo con la fecundidad por edad observada en un año determinado. Se obtiene sumando el promedio de nacimientos por mujer en todos los años definidos como fértiles (de 15 a 50). Así, se corrige el efecto de la composición de la población por edades. El índice de fecundidad debe ser al menos igual a 2,1 para asegurar el mantenimiento del tamaño de una población. Es alrededor de 2,5 para todos los países del mundo entre 2005 y 2010, pero 1,5 en Europa para el mismo período, donde el reemplazo de generaciones ya no se logra por aumento natural.
En 2010, en la mayoría de los países europeos, incluidos Rusia, Canadá, Australia y China, el número medio de hijos por mujer era inferior a 2. Incluso si en algunos países como España, Bélgica o los Países Bajos es ligeramente superior al de 2005, continúa disminuyendo en Serbia (1,4) y Albania (1,4).
Según estimaciones de la ONU para 2010, sólo Francia, Irlanda, Islandia, Kosovo, Suecia y Gran Bretaña tienen una tasa de fecundidad mayor o igual a 2, lo que no ocurría hace cinco años. Este aumento puede explicarse en parte por el aumento en el número de nacimientos entre mujeres que han retrasado la edad de su primer hijo hasta los 30 años o más (la edad de matrimonio es más tardía)
Les facteurs qui expliquent ces taux de fécondité sont souvent différents d’un pays à l’autre : là où la fécondité est forte, la proportion de naissances hors mariage est plus élevée et paradoxalement les pays le plus féconds sont ceux où les femmes travaillent le Más. En Francia, a diferencia de Italia, España o Alemania, existe una fuerte tradición de socialización de los niños (guarderías, jardines de infancia). En Alemania, las mujeres que prefieren trabajar eligen tener un hijo único o renunciar a concebir un hijo para el 30% de ellas.
Por otro lado, varios países del sur de Europa como Italia, España o Portugal, pero también Japón o Corea del Sur tienen las tasas de fecundidad más bajas del planeta mientras siguen apegados a la concepción de hijos en el matrimonio.
En Rusia, durante los últimos quince años, la caída de la tasa de natalidad ha sido sorprendente. En una situación socioeconómica más difícil, la edad para contraer matrimonio se ha elevado y se retrasa el nacimiento del primer hijo. A esto se suma un aumento de la mortalidad masculina, un deterioro del sistema de salud y una reducción del número de mujeres en edad fértil.
En China, ya en la década de 1950, el gobierno tomó medidas para limitar la fecundidad. Pero fue solo con la política del hijo único acompañada de medidas coercitivas hace casi 30 años que China vio disminuir su tasa de fertilidad a 1,8 hijos por mujer en 2005 y 1,5 hijos por mujer en 2010, una tasa comparable a la de los países industrializados.
La mayoría de los países tienen una tasa de fecundidad de entre 2 y 3 hijos por mujer, incluidos Argelia (2,3), Argentina (2,4), Colombia (2,1), India (2,6), Indonesia (2,3), Kuwait (2,3), México (2,3), Sudáfrica (2,4), Turquía (2,1) y Venezuela (2,5). La transición demográfica ha comenzado. El establecimiento de una política familiar y un buen sistema educativo ya han dado sus frutos. Así lo demuestran las tasas de alfabetización de las mujeres: del 50 al 60 % en los países del Magreb, más del 90 % en los países de América Latina, más bajas en Pakistán (menos del 50 %) o en la India. Este último instituyó una política de control de la natalidad en la década de 1950 que fue más incentivadora que coercitiva, más efectiva en las áreas urbanas que en las áreas rurales donde el número de nacimientos sigue siendo alto a pesar de todo.
Los países cuyo número de hijos por mujer es superior a 6 están todos en África. El récord lo ostenta Níger con 7 hijos por mujer seguido de Uganda, Burundi, Malí y Somalia con 6,4 hijos por mujer. En estos países, la transición demográfica aún no ha comenzado. Los factores que favorecen una alta tasa de natalidad están relacionados con un entorno socioeconómico frágil. La debilidad del sistema educativo y la falta de acción por parte de los poderes públicos hacen que la población aún no tenga acceso a métodos anticonceptivos convencionales. Las mujeres jóvenes en edad fértil son muy numerosas y tienen un período de fertilidad muy largo. Además, tradicionalmente se valora al niño como sostén y sostén futuro para la vejez.