Written by El nuevo siglo trae, entre las innumerables innovaciones tecnológicas, la que promete revolucionar el universo del entretenimiento, la Imagen 3D, es decir, en tres dimensiones. El ser humano visualiza la realidad en dos dimensiones, alto y ancho, pero esta innovación técnica permite que el cerebro también vea en profundidad o, al menos, tenga la ilusión de verlo así.
Aunque este recurso tecnológico parece más un producto del mundo contemporáneo, en la década de 1950 los estadounidenses realizaron las primeras pruebas con representaciones en tres dimensiones, cuando se proyectó la primera película cinematográfica con esta técnica. Su resultado era todavía rústico, pero el público en ese momento estaba asombrado por las imágenes que parecían emerger del interior de las pantallas.
Fueron necesarias varias correcciones en este sistema, ya que las gafas especiales, que contribuyen a producir el efecto de profundidad, fueron producidas con papel -una lente era azulada y la otra rojiza-, provocando una sensación desagradable en sus usuarios; algunos se quejaron de dolores de cabeza y náuseas. Las salas de exposiciones tampoco eran las más adecuadas, ya que requieren un equipamiento específico.
¿Cómo se crea este sentimiento de profundidad? Como ve el hombre en 2D, las gafas fabricadas especialmente para la nueva tecnología, envían a cada ojo una imagen diferente, cambiando el ángulo de visión de ambos, lo que lleva al cerebro a generar la ilusión de ver en profundidad. Esta técnica se conoce como estereoscopia, el arte de transmitir dos imágenes, extraídas de un mismo pasaje de la película, en diferentes puntos de vista.
El cerebro, al recibir las imágenes, las incorpora, elaborando una única representación, captando así datos sobre la profundidad, el grado de distancia, la ubicación y el tamaño de los objetos representados, creando así la ilusión de ofrecer una vista tridimensional de la realidad proyectada en las pantallas.
Durante la producción de la película, siempre se tiene cuidado de tomar dos imágenes simultáneamente. Esta técnica solo es posible con el uso de software propietario para crear el efecto deseado. Todo se hace en tiempo real, para que las imágenes no parpadeen, lo que permite generar la impresión de algo más genuino.
Así es como se aplica el mecanismo en el cine, ya que la cámara estereoscópica imita el ojo humano, pero otros medios (gráficos por computadora, por ejemplo) también pueden producir este efecto. El resultado se puede adaptar a computadoras, teléfonos celulares, televisión, entre otros vehículos.
Con el crecimiento de la televisión, el cine se enfrentó a la necesidad de buscar alternativas. Fue precisamente en esta búsqueda de otras formas de proyección donde la industria cinematográfica encontró la tecnología 3D. Con él es posible hacer frente a la piratería, porque sin el uso de gafas especiales, las imágenes que se transmiten en las pantallas son solo algo borroso.
Además, es factible competir con el cine en casa, incluso con los más avanzados, hasta que se desarrolle una tecnología 3D doméstica, al menos no con la calidad que se encuentra en las salas de cine especialmente construidas para proyectar películas con esta tecnología: las salas IMAX.
Cuentan con condiciones de audio y video altamente calificadas, con pantallas que miden 12 metros de alto por 22 metros de ancho. El sonido no es menos de 14.000 vatios de potencia. ¡Algo realmente impresionante!
Fuentes:
http://www.baixaki.com.br/info/2469-como-funciona-a-tecnologia-3d-.htm
http://en.wikipedia.org/wiki/Imagem_3D
