Teorías coherentes – Filosofía –

Como teoría sobre los criterios que determinan qué es o no es ‘verdadero’, el coherentismo es una alternativa a la teoría de la correspondencia. Ambos presentan diferentes detalles de la relación entre creencias, proposiciones o enunciados y sus condiciones de verdad. Básicamente, los coherentistas afirman que nuestras creencias son verdaderas en la medida en que participan de un conjunto coherente de creencias, mientras que las teorías de correspondencia establecen relaciones entre lo que queremos saber si es falso o no y los hechos o estados de cosas, es decir, estados en los que el mundo se encuentra sí mismo o sus cualidades objetivas.

El nombre de «teoría de la correspondencia» aparece a principios de siglo. XX, junto con el desarrollo de estudios en filosofía analítica, aunque encontramos desarrollos de algunos elementos básicos de esta teoría en la historia de la filosofía. En su forma más simple, propone que lo que creemos corresponde a hechos y no depende únicamente del contenido de nuestras creencias.

¿Eres estudiante, profesor o academia?

DATE DE ALTA EN NUESTRA RED SOCIAL!, Grupos de estudio, apuntes, escribe en tu propio blog, añadir tu academia o dar clases particulares y Aprende!!!.

Abrir un perfil

«Si hay un campo verde ante mí no es una cuestión de mi estado mental. Parece ser una pregunta objetiva independiente de la mente de cualquiera, y el verde parece estar presente o no, y no importa si lo creemos. De hecho, si mi creencia es verdadera está determinado por si el campo está realmente allí; la verdad de tales creencias observacionales depende de la realidad externa, que a su vez no depende de lo que creemos.”(AUDI, 2003, p.286-287, nuestra traducción)

El coherenteismo comienza a desarrollarse con los estudios de Francis Bradley (1846-1924) y Brand Blanshard (1892-1987) como una teoría que determina la verdad por coherencia con grupos coherentes de creencias, y hay varias formas de especificar en qué consiste. coherencia. Dado que la teoría abandona la correspondencia con los hechos, ha llegado a ser criticada como una forma de idealismo. Las creencias de una persona se contrastan solo internamente, con conjuntos de creencias, y no con nada fuera de esos conjuntos.

Aunque ya no se defiende como una teoría de la verdad, la teoría coherentista se ha aplicado como teoría sobre el conocimiento, es decir, que la única opción de justificación que tienen nuestras creencias es la relación de coherencia con otras creencias. Esta propuesta aparece como un intento de dar respuesta al problema de la regresión infinita, y consiste en abandonar la idea de que las creencias que finalmente justifican nuestras creencias más comunes pueden ser básicas o fundacionales, es decir, que son capaces de justificarse a sí mismas, lo que sería el única opción para evitar la devolución. Podemos interpretar la totalidad de lo que creemos como un conjunto de creencias que se apoyan mutuamente, asemejándose a una estructura circular, porque en algún punto de la cadena de explicaciones de alguna creencia, podemos encontrarnos con alguna razón dada anteriormente.

Geoffrey Sayre-McCord (1985) interpreta la coherencia como consistente en consistencia, conectividad y comprensibilidad. Las creencias necesitan establecer relaciones lógicas y semánticas, además de ser posible inferir cada una de las creencias del resto de creencias en su conjunto. Dado que nadie tiene un sistema de creencias perfecto y totalmente coherente, estas relaciones también se consideran reglas de inferencias sobre subconjuntos de creencias, lo que hace posible explicar el error o error en algunas creencias sin que todo el conjunto sea evaluado como inconsistente.

David Brink (1989) comenta que en situaciones cotidianas no buscamos el fundamento de nuestras creencias de forma sistemática, pues consideramos que muchas de nuestras creencias están justificadas. Si lleváramos a cabo una investigación seriamente, nos daríamos cuenta de que nuestras creencias están coherentemente relacionadas entre sí y que la única forma de fundamentar nuestras creencias es haciendo uso de otras creencias que tenemos.

Referencias bibliográficas:

AUDI, Robert. Epistemología: una introducción contemporánea a la teoría del conocimiento. 3ª ed. Nueva York: Routledge, 2011. (Routledge Contemporary Introductions to Philosophy)

BRINK, David O. El realismo moral y los fundamentos de la ética. Cambridge: Cambridge University Press, 1989.

SAYRE-MCCORD, Geoffrey. Coherencia y modelos para la teorización moral. Pacific Philosophical Quarterly, vol. 66, no. 1-2, enero-abril. 1985, pág. 170-190.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *