Written by Se llama Tomismo el conjunto de doctrinas teológicas y filosóficas de Santo Tomás de Aquino. Santo Tomás fue un monje dominico que vivió en el siglo XIII, y que, influenciado por Aristóteles, Platón y san Agustín, creó un sistema filosófico y teológico único y original que poco a poco se volvió importante hasta el punto de marcar toda la filosofía medieval. Aquellos que siguen el pensamiento de Santo Tomás o cualquiera de sus doctrinas se conocen como tomistas. En el Concilio de Trento, la doctrina tomista ocupó un lugar de honor y, desde el Papa León XIII en adelante, fue adoptada como el pensamiento oficial de la Iglesia Católica.
El mérito de la filosofía de Aquino radica precisamente en combinar el pensamiento lógico y racional con las raíces aristotélicas con la fe cristiana. Es, en esencia, la metafísica (una de las disciplinas de la filosofía, ocupada con los principios de la realidad más allá de las ciencias tradicionales (Física, Química, Biología, Psicología, etc.)) al servicio de la teología (estudio de la divinidad). Tiene una fuerte influencia del pensamiento aristotélico (que se hizo ampliamente conocido en Occidente en el siglo XIII a través de traducciones del árabe) y sirvió de base para el pensamiento racionalista y amenazó la concepción cristiana de la realidad, tradicionalmente apoyada por la corriente filosófica platónica.
Según la interpretación de Santo Tomás, tales conceptos no chocan ni confunden, sino que son distintos y armoniosos. La teología se considera una ciencia suprema, fundada en la revelación divina, y la filosofía su auxiliar. Depende de la filosofía demostrar la naturaleza y la existencia divinas en plena armonía con la razón. Hay conflicto entre filosofía y teología sólo si la primera, en un uso incorrecto de la razón, se propone explicar el misterio del dogma religioso sin la ayuda de la fe.
Santo Tomás de Aquino considera que el alma es la forma esencial del cuerpo, responsable de darle vida. El alma humana es subsistente, inmortal y única y, por tanto, el hombre tiende naturalmente hacia Dios. La ética tomista se centra precisamente en este movimiento, que se considera natural y racional, del ser a Dios, culminando en la visión o contemplación inmediata del creador.
Después de la muerte de Santo Tomás de Aquino el 7 de marzo de 1274, doce de sus tesis fueron condenadas en París (1277). Pero poco después, en 1278, el tomismo fue adoptado por los dominicos y, en 1323, el Papa Juan XXII canonizó a Tomás de Aquino. El tomismo proliferó durante un período relativamente largo, pero terminó siendo una plataforma para discusiones abstractas más o menos inocuas, hasta que en 1879 el Papa León XIII, a través de la encíclica Aeterni Patris, reavivó el interés por el tomismo.
Bibliografía:
Tomismo. Disponible en:
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