Trabajo – qué es, origen, ideas – ideología política del trabajo

O labor es una ideología política que tiene como principio la defensa de la clase obrera y sus intereses. Si bien el trabajo está presente en todas las sociedades, solo en el capitalismo se convierte en una mercancía negociable en el mercado y regulada legalmente. Así, el trabajo se identifica con las corrientes políticas que disputaron el juego electoral, conformando la parte institucionalizada y partidista de los movimientos obreros. Forma parte de la serie de acontecimientos que, iniciados por la Revolución Industrial en Inglaterra a partir del siglo XVIII, se apoderarán del mundo con la expansión del modo de producción capitalista.

Con el surgimiento de las grandes industrias, las condiciones y los horarios de trabajo se han vuelto cada vez más intensos. Durante el siglo XVIII, el movimiento obrero, comenzando con la revuelta ludista contra las máquinas y avanzando hacia la conciencia de que el problema radicaba en la organización del propio sistema capitalista, se desarrolló a raíz del avance de las ideas socialistas. El Partido Laborista Inglés (Labor), fundado a fines del siglo XIX, se convirtió en un hito en el proceso de institucionalización de la lucha de los trabajadores, quienes, además de las demandas vinculadas al trabajo en sí, también tuvieron la ampliación del derecho al voto como un estandarte importante para todos y cada uno.

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La Abolición de la Esclavitud en Brasil abre, de hecho, el país al capitalismo. Sin embargo, la transición del trabajo esclavo al trabajo libre fue lenta y desintegrada, ya que no se proporcionó vivienda, educación y otros bienes básicos a la población negra recién liberada y a los trabajadores pobres de las ciudades y el campo. A principios del siglo XX, el movimiento obrero (especialmente de orientación anarquista) ya tenía una amplia participación en la vida política nacional, como lo demuestra la gran huelga general de 1917. Sin embargo, las condiciones sociales brasileñas seguían siendo arcaicas, con la mayoría de la población al margen del poder político, privada de derechos y con élites agrarias exportadoras dominando el escenario y el destino de la nación.

Es contra este escenario que, en la década de 1920, se formó una oposición capaz de interferir en ese orden. Además de la organización de trabajadores antes mencionada, el movimiento tenentista de 1922 también fue importante para sacudir las estructuras de la Antigua República. En este contexto, la figura de Getúlio Vargas cobra protagonismo como representante de un proyecto de “modernización forzada”. Obligado, por ser capitaneado por el Estado, el responsable de brindar las condiciones para la acumulación capitalista en el país. Conocido como el “padre de los pobres”, Getúlio fue la personificación de una época: al defender las banderas del trabajo, establecer la legislación que aún prevalece y extender los derechos de ciudadanía a los sectores menos privilegiados de la población, terminó ingresando a la historia como un gobernante populista. En Argentina, al mismo tiempo, el gobierno de Juan Domingo Perón, adoptando principios muy similares, también tuvo el mismo legado histórico.

Desde la década de 1970, con el agotamiento de las capacidades del Estado de Bienestar Social en los países centrales y las crisis desencadenadas por el neoliberalismo, las transformaciones en el mundo del trabajo han planteado nuevos dilemas para los movimientos laborales: la flexibilización en las más diversas formas, la creciente informalidad El índice y el desempleo estructural dificultan la reactivación del ideal laboral del siglo XX, centrado en el trabajo formal, y plantean dudas sobre el rumbo del trabajo en el siglo XXI. Estudios recientes de sociología del trabajo apuntan a estas tendencias, mientras los movimientos obreros luchan por adaptarse a los tiempos y continúan defendiendo los intereses y deseos de una clase cada vez más amplia y pluralizada.

Referencias:

Adalberto Moreira Cardoso. La construcción de la sociedad laboral en Brasil. Río de Janeiro: Editorial FGV, 2010

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