LA tuberculosis es una enfermedad infecciosa predominantemente pulmonar causada por una bacteria similar al bacilo llamada Tuberculosis micobacteriana (Bacilo de Koch). La bacteria fue descubierta por Robert Koch en 1882. Es transmisible de persona a persona y aún hoy es un grave problema de salud, especialmente en los países menos desarrollados, donde tiene una alta mortalidad. Las variedades de M. tuberculosis puede causar tuberculosis en el ganado (M. tuberculosis bovis), aves (M. tuberculosis avis) y humanos (M. tuberculosis hominis). La tuberculosis bovina puede infectar a los hombres y viceversa. Cuando un hombre adquiere tuberculosis bovina, se presenta en forma extrapulmonar (tuberculosis intestinal, ósea o ganglionar). Más raramente, la tuberculosis puede ocurrir en las meninges (una membrana que recubre el cerebro). Los grupos más vulnerables a contraer tuberculosis son las personas con VIH, los diabéticos, los fumadores, las personas que consumen alcohol y drogas y las personas privadas de libertad.
Transmisión
Es una enfermedad extremadamente contagiosa. La transmisión puede ocurrir de varias formas: a través del habla, estornudos y tos de la persona infectada; uso de objetos, ropa y utensilios contaminados; ingestión de leche, carne vacuna y productos lácteos contaminados; viviendo con la persona infectada. En hogares mal ventilados y ventilados, la posibilidad de transmisión de enfermedades es mayor porque los bacilos sobreviven hasta 8 horas en el medio ambiente.
Síntomas
Tos persistente durante al menos tres semanas, esputo, dolor en el pecho, falta de apetito, fatiga constante, pérdida de peso, sudoración nocturna, fiebre baja al anochecer, flema verdosa, amarillenta o sanguinolenta. En casos más graves, puede producirse hemoptisis (sangrado de los pulmones, debido a la rotura de los vasos pulmonares en episodios de tos).
Diagnóstico
Básicamente se realiza mediante la historia del paciente y su examen clínico. Las pruebas de cultivo de esputo (lavado gástrico, orina, líquido cefalorraquídeo) y la radiografía de tórax se utilizan para confirmar el diagnóstico. Se puede solicitar una biopsia del órgano afectado cuando sea necesario.
Tratamiento
El tratamiento tiene una duración media de 6 meses. En los dos primeros meses, se utiliza una combinación de cuatro fármacos: rifampicina, isoniazida, pirazinamida y etambutol. Después de este período inicial y durante otros cuatro meses, el paciente usa solo rifampicina e isoniazida. Si el paciente sigue el tratamiento durante esos seis meses, se cura de la infección. Si se interrumpe el tratamiento, se produce una recaída y el paciente debe iniciar el tratamiento de nuevo. Los casos complejos y graves requieren hospitalización.
Prevención
La prevención se realiza mediante la vacuna BCG que se aplica en el primer mes de vida del niño. Esta vacuna no es eficaz en la tuberculosis pulmonar, pero reduce las posibilidades de desarrollar formas graves de la enfermedad. A pesar de ello, la forma más eficaz es tratar a las personas enfermas para evitar la aparición de nuevos casos.
Bibliografía:
Soares, JL. Programas de salud. Editora Scipione
Tortora, Gerard J. Microbiología. 10. ed. – Porto Alegre: Artmed, 2012.
Tuberculosis: el médico explica los síntomas, el diagnóstico y cómo prevenirla.
https://portal.fiocruz.br/pt-br/content/tuberculose-especialista-explica-os-sintomas-o-diagnostico-
y cómo prevenirlo.