Pintura de Georges Seurat, realizada en 1884-1885, conservada en el Instituto de Arte de Chicago (óleo sobre lienzo; 2,05 × 3,05 m).
apenas haber terminado Un baño en Asnières (1883-1884), Georges Seurat se embarcó en la producción de una nueva gran composición, cuyo tema encontró en la orilla opuesta del Sena. Se trata de nuevo de un manifiesto de sus investigaciones sobre los colores y su mezcla óptica, que se elaboran en 33 estudios pintados –que el artista llama “croquetones”– y 28 dibujos. Las cartas de Seurat, en particular al crítico Félix Fénéon, nos hablan de sus métodos de trabajo: la mañana está dedicada a los bocetos al aire libre, mientras que la tarde y la noche están dedicadas al cuadro final que pinta con luz artificial.
Ahí » tazón grande representa un día soleado a orillas del Sena, al noroeste de París, y el artista insiste en la elegante indumentaria de los personajes. Pero su aspecto hierático y la composición demasiado estrictamente ordenada repelieron a los críticos, a quienes se presentó la obra como parte de la octava y última exposición impresionista. Unos meses más tarde, Seurat retoma su pintura sistematizando el uso de los puntos de color y, en 1889, intercala una banda de puntos pintados entre el lienzo y el marco.
Es sin duda la obra maestra del artista, realizada sobre bases supuestamente científicas (viejos diagramas de la proporción áurea; divisionismo). Una especie de síntesis del impresionismo y un clasicismo a lo Piero della Francesca, tiende, a través de su estilización geométrica, a reconstruir según una armonía no académica la forma que Claude Monet disolvió.