Verano – Geografía

la institución de horario de verano es una práctica que se lleva a cabo en varios países, y ocurre cuando los relojes se adelantan una hora con relación a la hora legal vigente en el país. Salvo algunas variaciones, el horario de verano, como su nombre lo indica, suele practicarse en los periodos cercanos a esta estación del año.

Como nuestro planeta tiene su eje imaginario inclinado (23°27’30”) con relación al plano de su órbita alrededor del sol, tenemos una gran variación en la incidencia de los rayos solares a lo largo del año, lo que provoca las cuatro estaciones. Los equinoccios son los momentos en que el Sol ilumina por igual ambos hemisferios y por tanto los días y las noches tienen la misma duración. Determinan también el inicio del otoño y la primavera, alternando siempre entre el hemisferio norte y el hemisferio sur, a partir de entonces la iluminación solar se va desequilibrando día tras día, prevaleciendo cada vez más en un hemisferio que en el otro, hasta llegar al solsticio y, en consecuencia, cuándo un hemisferio tendrá el día más largo del año y la noche más corta. Será el comienzo del verano en este hemisferio y del invierno en el otro. El ciclo continuará y la incidencia solar se irá reequilibrando paulatinamente, hasta el próximo equinoccio, y así sucesivamente.

Esta explicación es importante para entender por qué existe el horario de verano y también que ocurre, en general, en las zonas subtropicales y cercanas a los trópicos (Cáncer, al norte, y Capricornio, al sur), que representan los límites extremos de la incidencia perpendicular de los rayos del sol en los solsticios. En la mayoría de las áreas tropicales y cerca del ecuador, no es necesario estipular el horario de verano, ya que no hay mucha variación en la luz solar durante el año.

El principal objetivo de la existencia del horario de verano es el ahorro energético, especialmente en las horas punta, cuando hay una mayor demanda de consumo energético. Esto es así, que en lugares donde en una determinada época del año sale el sol antes de que la mayor parte de la población se despierte, se adelantan los relojes con el fin de aprovechar mejor la luz del sol, adaptándola a la rutina de la mayoría de las personas.

La idea surgió en una campaña del constructor británico William Willett, en 1907, quien no pudo experimentar su realización. Su invento solo fue adoptado en 1916 (el año siguiente a su muerte) por Alemania en la Primera Guerra Mundial, con el objetivo de ahorrar carbón. En el contexto de esa guerra, otras naciones también adoptaron la práctica con el fin de ahorrar su principal recurso energético, que se extendería por todo el mundo.

En Brasil, el horario de verano se implementó por primera vez en 1931. Sin embargo, solo se practicó anualmente a partir de 1985. Su carácter permanente y la determinación precisa de su duración -desde el tercer domingo de octubre hasta el tercer domingo de febrero- fueron estipulados por ley en 2008.

Debido al gran tamaño de nuestro país, no todos los estados adoptan el horario de verano. Esto se debe a que, como ya se mencionó, en las zonas cercanas al ecuador no existe una variación relevante entre el día y la noche. Salvo aumentos excepcionales (como Tocantins en 2012/2013 y Bahía en 2013/2014), los estados en los que se aplica el horario de verano son los de las regiones Centro Oeste, Sudeste y Sur.

Adelantando el reloj una hora, ajustando la puesta de sol para que se acerque a las 20:00, por ejemplo, tenemos un ahorro energético en las denominadas horas punta, ya que se reduce la necesidad de iluminación artificial cuando la mayoría de la gente vuelve a casa después de su jornada diaria. tareas.

Fuentes:
ADAS, Melhem. Fundamentos de Geografía. São Paulo: Moderna, 2006.

SENE, Eustáquio de; MOREIRA, Joao Carlos. Geografía General de Brasil, Volumen 1: Espacio Geográfico y Globalización: Educación Secundaria. São Paulo: Scipione, 2010.


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