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Virus responsable del SIDA. En inglés, Virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
Descripción
Los virus de inmunodeficiencia humana (VIH) constituyen la subfamilia de lentivirus, que pertenece a la familia de los retrovirus. Se trata de virus de ARN, capaces de retrotranscribir su ARN en ADN, es decir de copiar la información genética contenida en su ARN en forma de ADN, gracias a una enzima que contienen, la transcriptasa inversa. Este ADN, llamado proviral, luego se integra con el ADN de la célula infectada para permanecer allí a la espera o para ser copiado (reproducido) por el ADN de la célula.
Diferentes especies de vih
Actualmente se conocen dos virus de inmunodeficiencia humana. VIH 1, descubierto en 1983, y VIH 2, descubierto en 1986. Actualmente, el VIH 2 está restringido a África Occidental.
Proceso de duplicación
El VIH infecta a los linfocitos T4 (o linfocitos CD4), los glóbulos blancos juegan un papel fundamental en la defensa inmunológica, y los destruye después de usarlos para replicarse. El VIH es inmunogénico, es decir, hace que el organismo que infecta produzca anticuerpos específicos; sin embargo, estos anticuerpos son incapaces de defender al organismo porque, probablemente debido a la gran variabilidad del VIH, tienen dificultades para reconocer este virus.
La destrucción de los linfocitos T4 provoca la desaparición de las defensas inmunitarias y, por tanto, la incapacidad del organismo para defenderse de las infecciones. El VIH también ataca a otros glóbulos blancos, macrófagos e incluso células nerviosas o musculares.
Modo de transmisión del virus
El VIH se transmite sexualmente, a través de la sangre (transfusión de sangre infectada sin calentar, reutilización de jeringas o uso de la misma jeringa por varios drogadictos) y, de madre a hijo, por vía transplacentaria (del 20 al 50% de los casos, según en el país).
Diagnóstico
La infección por VIH se revela por la presencia en el suero sanguíneo de anticuerpos específicos desarrollados contra el virus (prueba ELISA), detectables sólo entre 6 y 12 semanas después de la infección. Sin embargo, dado que esta prueba puede dar un falso positivo, un resultado positivo debe comprobarse mediante la llamada reacción Western-Blot, que es sensible a las proteínas del virus.
