Vulvodinia – vestibulitis vulvar – causas, síntomas y tratamientos

LA vulvodinia, o vestibulitis vulvar Consiste en dolor o sensación de ardor en el área alrededor de la abertura de la vulva sin una razón aparente, como algún trastorno o infección de la piel.

Hay dos tipos de vulvodinia. Son ellas:

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  • Vulvodinia generalizada: presencia de dolor en diferentes partes de la vulva en diferentes momentos. Este dolor puede ser constante o aparecer solo en determinados momentos. Tocar o presionar el área afectada puede desencadenarlo o no.
  • Síndrome de vestibulitis vulvar: es el dolor en el vestíbulo vulvar, que es la entrada a la vulva. En muchos casos, este tipo de vulvodinia aparece solo después de tocar o presionar esa región, como durante las relaciones sexuales.

Hasta el momento, se desconoce la causa real de la vulvodinia. Sin embargo, los investigadores creen que las posibles causas incluyen:

  • Lesión o irritación del nervio que inerva la vulva;
  • Respuesta anormal de las células vulvares a infecciones o traumatismos;
  • Factores genéticos que conducen a una respuesta inadecuada a la inflamación crónica;
  • Hipersensibilidad a las infecciones por hongos;
  • Espasmos musculares;
  • Alergia o irritación a productos químicos u otras sustancias;
  • Cambios hormonales;
  • Historia de abuso sexual;
  • Uso constante de antibióticos.

La manifestación clínica clásica de la vulvodinia es el dolor, que puede caracterizarse por una sensación de ardor, escozor o punzante en la vulva, que puede ir acompañada de prurito. Puede ser constante, intermitente o aparecer solo al tacto. Esta sensación dolorosa puede ocurrir durante las relaciones sexuales, la introducción de tampones vaginales o en casos de aplicación prolongada de presión sobre la vulva, como al andar en bicicleta.

El diagnóstico se realiza por exclusión y debe basarse en el cuadro clínico típico que presenta el paciente, junto con una exploración clínica.

El diagnóstico diferencial implica:

  • Infecciones, como VPH, candidiasis y herpes;
  • Inflamación, como liquen plano;
  • Neoplasias, como carcinoma vulvar y enfermedad de Paget;
  • Trastornos neurológicos, como neuralgias secundarias al virus del herpes, además del daño del nervio espinal.

No existe un tratamiento único que resuelva la vulvodinia. Los pacientes han descrito que un conjunto de terapias diferentes ha conducido a una mejoría de los síntomas. El tratamiento incluye:

  • Evita el uso de braguitas fabricadas con material sintético, así como trata de evitar sustancias que irriten la vulva, como champús, jabones, duchas, entre otras. Intente lavar el área genital solo con agua fría, secándola suavemente;
  • Use lubricantes durante las relaciones sexuales o diariamente para minimizar la irritación;
  • Adopte una dieta baja en oxalato, porque cuando están presentes en niveles altos en la orina pueden agravar la irritación;
  • Existen algunos medicamentos que pueden ayudar a aliviar los síntomas, como el uso de cremas y geles de lidocaína; medicamentos orales, como antidepresivos tricíclicos o anticonvulsivos que pueden ayudar a disminuir el dolor crónico, además de antihistamínicos, que pueden reducir la picazón;
  • Terapia de biorretroalimentación, que ayuda a la paciente a reducir el dolor enseñándole cómo controlar respuestas corporales específicas;
  • Fortalecimiento de los músculos del suelo pélvico;
  • Bloqueo nervioso, en casos de pacientes que no responden bien a otras formas de tratamiento;
  • Cirugía en los casos en que las áreas dolorosas se limitan específicamente al anillo himenal.

Fuentes:
http://en.wikipedia.org/wiki/Vulvodynia
http://www.mayoclinic.com/health/vulvodynia/DS00159
http://vulvalpainsociety.org/vps/index.php/vulval-conditions/vulvodynia

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