Kierkegaard

Sören Kierkegaard (1813-1855) es conocido en filosofía como el «padre del existencialismo». Para él, la vida del ser humano está llena de expectativas irrealizables que reducen su existencia.

El filósofo danés abordó temas como la muerte y la angustia, rompiendo con la posición tradicional de la negatividad, demostrando que son condiciones necesarias de la vida humana y permiten al individuo convertirse en quien realmente es.

De hecho, la muerte de su madre, su padre y la temprana muerte de 5 de sus 6 hermanos hicieron que el filósofo tuviera una comprensión particular del tema.

Su relación con Regina Olsen, con quien se comprometió y se separó para dedicar su espíritu a Dios, fue también un factor determinante en el desarrollo de su filosofía.

Con una salud frágil, Sören Kierkgaard dedicó su vida a la construcción de una filosofía cristiana, crítica del modelo desarrollado por la Iglesia Luterana Danesa.

Dibujo de Kierkegaard inacabado de su primo
Dibujo inacabado de Kierkegaard por su primo Niels Christian Kierkegaard c. 1840 (reproducción: wikicommons)

Conceptos principales en el trabajo de Kierkegaard

Sören Kierkegaard vivió 42 años, con el objetivo de difundir la palabra de Dios. Al mismo tiempo, el filósofo fue un duro crítico de la iglesia protestante luterana en Dinamarca.

Creía que la interpretación hecha por la religión estaba sesgada y separaba a los individuos de su verdadera naturaleza divina.

La raza humana ha dejado de temer a Dios. Después de eso, llegó el castigo: comenzó a temer a sí misma, a anhelar lo fantasmal, y ahora tiembla ante esta criatura de su propia imaginación.

Así, el filósofo se dedicó al existencialismo y a definir qué es la existencia. Según Kierkegaard, esta cuestión había sido descuidada por la tradición de la filosofía. Es decir, Descartes había definido el cogito («pienso, luego existo») sin darse cuenta de lo que es la existencia misma.

Kierkegaard desarrolló algunos conceptos fundamentales para la comprensión de su pensamiento, entre ellos: angustia, ironía y repetición.

Angustia

Kierkegaard dijo que la angustia está en el corazón de la existencia humana. Es la disposición del espíritu frente a la libertad de elección.

Dice que cuando miramos un precipicio, nos marea la posibilidad de sentirnos atraídos por él, por la libertad de elección entre arrojarnos al vacío o no.

La angustia es el vértigo de la libertad.

Explica que la angustia es anterior al pecado original, porque la angustia habría sido el sentimiento incómodo experimentado por Adán y Eva.

Ante la posibilidad de elegir entre obedecer o no la orden de Dios, en cuanto a la prohibición del fruto del árbol del conocimiento, también se definió la libertad y la angustia que constituyen el fundamento de la existencia humana.

Sin embargo, el filósofo entiende el pecado original no como el pecado que dio origen a todos los demás, sino como el “primer pecado”.

El primer pecado de Adán es similar al que probablemente cometerán todos los seres humanos, incluso hoy. Sería una de las muchas opciones posibles entre el bien y el mal.

Así, la angustia debe ser considerada una característica fundamental del ser humano, que se encuentra incluso en la inocencia de los niños, y no como una carga o sufrimiento para la especie.

Ironía

El concepto de ironía está marcado por la imposibilidad de introducir la verdad en el individuo como doctrina. El filósofo se apropia de la ironía de Sócrates, un componente del método socrático.

Así, el filósofo pretende hacer que el individuo se dé cuenta de las tres etapas de su existencia: estética, ética y religiosa.

La ironía es responsable de la madurez del individuo y su transición desde la etapa estética, en la que el individuo orienta sus acciones en la búsqueda del placer, a la etapa ética, donde comienza a ser guiado por el sentimiento del deber.

La ironía es una determinación de subjetividad.

Así, la ironía marca la búsqueda de la verdad como una búsqueda interior del individuo y su conexión con el universo.

vea también: Método socrático: ironía y mayéutica.

Repetición

Para Kierkegaard, la repetición se sitúa entre la memoria y la esperanza. Así, entre dos extremos es en la repetición donde se dispara el verdadero valor de la vida. Veamos:

Por un lado, recordar trae consigo una carencia que no es posible suplir por estar en el pasado. Si bien la esperanza es la necesidad de lo nuevo, es una fuente de frustración porque se basa en un futuro impredecible.

Así, el deseo de repetición es la condición del individuo maduro, que ha encontrado las bases seguras para el desarrollo de una vida sana.

El individuo solo puede ser responsable de la repetición, ya que recordar es un pasado irrecuperable y la esperanza es un futuro incierto.

Hope es una prenda nueva, rígida, justa y brillante, pero nunca la usamos y por lo tanto no se sabe cómo quedará ni cómo quedará. Souvenir es ropa usada que, por bonita que sea, no le queda, porque no le queda. La repetición es una prenda inalterable que se asienta firme y delicadamente, no aprieta ni flota.

Principales obras de Sören Kierkegaard

Sören Kierkegaard escribió varios libros en su breve vida como filósofo, su primer libro, El concepto de ironía, fue publicado a la edad de 27 años.

Durante sus pocos años de producción utilizó algunos seudónimos como Johannes Clímacus o Hilarius Bogbinder y publicó una veintena de libros. Sus principales obras son:

  • El diario de un seductor (1843)
  • La repetición (1843)
  • Miedo y temblor (1843)
  • Migajas filosóficas (1844)
  • El concepto de angustia (1844)
  • Las obras del amor (1847)
  • La desesperación humana (1849)

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