LA pericarditis es una inflamación del pericardio. Esta, a su vez, es la “bolsa” formada por dos finas capas que rodean el corazón, separadas por un espacio virtual que contiene una pequeña cantidad de líquido, y su función es evitar que el corazón se llene de sangre más de la necesaria. además de protegerte de posibles infecciones que puedan afectar a la región torácica.
Esta inflamación tiene diferentes etiologías, como:
- Infección viral: puede ser causada por diferentes virus, coxsaquievirosis, ecovirus y los virus de la gripe, varicela, hepatitis, paperas y VIH, son los más comunes.
- Infección bacteriana: es causada especialmente por el bacilo de la tuberculosis. Su aparición es rara en los países desarrollados, pero común en los países subdesarrollados. Llega al pericardio por vía linfática o por diseminación hematógena, con o sin afectación pulmonar, sin embargo, el derrame pleural suele acompañar a la pericarditis.
- Enfermedades inmunológicas: como el lupus eritematoso.
- Infarto de miocardio: también conocido como síndrome de Dressler (SD). En este caso, la pericarditis aparece como una complicación de un infarto agudo de miocardio que aparece de 3 a 5 días después de un infarto transmural.
- Traumatismo cardíaco: resultante de una infección o inflamación.
- Uremia: puede ocurrir en pacientes renales.
- Efecto secundario de algunos medicamentos: como minoxidil y penicilina.
- Neoplasias: la metástasis de un cáncer de pulmón o de mama adyacente, el carcinoma renal, los linfomas que afectan al pericardio y otros cánceres pueden provocar un derrame pericárdico y un taponamiento cardíaco.
La pericarditis se clasifica según la composición del exudado inflamatorio, que puede ser: seroso, purulento, fibroso y hemorrágico.
El síntoma característico de la pericarditis es el dolor en el pecho, que se irradia hacia la espalda y se alivia al sentarse hacia adelante. Otros síntomas incluyen tos seca, fiebre, fatiga y ansiedad. Esta condición puede diagnosticarse erróneamente como un infarto de miocardio y viceversa. Tras la auscultación, se escucha un sonido causado por la fricción del pericardio debajo del esternón. Otros signos incluyen elevación del ST y depresión-PR en el electrocardiograma.
El pronóstico dependerá de la causa de la pericarditis. Cuando es causada por un virus o cuando se desconoce la causa, la recuperación toma entre 1 y 3 semanas. Las complicaciones o las recurrencias pueden retrasar la recuperación. Los pacientes que tienen una neoplasia maligna que ha invadido el pericardio rara vez sobreviven más de 12 o 18 meses.
Generalmente, los pacientes con pericarditis son hospitalizados, se administran fármacos que alivian el dolor y la inflamación y se observan atentamente a estos pacientes, controlando la aparición de complicaciones. En pacientes con cáncer, se puede realizar quimioterapia o radioterapia, pero generalmente se someten a extirpación quirúrgica del pericardio. Las infecciones bacterianas son tratadas por médicos con antibióticos y el drenaje del pus acumulado en el pericardio se realiza quirúrgicamente.
Fuentes:
http://en.wikipedia.org/wiki/Pericarditis
http://www.abcdasaude.com.br/artigo.php?324
http://www.tuasaude.com/pericardite/
http://www.manualmerck.net/?id=48&cn=655
http://portaldocoracao.uol.com.br/materias.php?c=doencas-cardiovasculares-az&e=18