Descartes y la existencia de Dios – Filosofía

Descartes, filósofo francés (1596 – 1650), tuvo como principal método de estudio, el cuestionamiento de toda verdad que se le presentaba, pasándola primero, mediante el severo escrutinio de la razón, despreciando todo lo que la razón no aceptaba.

Uno de sus estudios fue sobre el existencia o no de dios. Sin considerar las cuestiones religiosas y de creencias involucradas en tal asunto, veamos lo que dijo Descartes.

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Para él, lo único que realmente puede considerarse verdadero es el pensamiento, ya que todo pensamiento por sí mismo prueba su existencia, es decir, aunque una persona dude de que el pensamiento existe, esta duda ya es un pensamiento. Esta proposición de Descartes dio lugar a su famosa frase: “Pienso, luego existo”, que, a pesar de ser pequeño, tiene una gran dimensión filosófica.

Una vez en posesión de esta nueva línea de razonamiento, la razón, Descartes comienza a examinar la idea de perfección. Cuando decimos que algo es imperfecto, estamos usando la idea de perfección en la forma de la falta de algo, es decir, la ausencia de algo que haría perfecto lo estudiado.

Si esta cosa estudiada estuviera completa, tendríamos la noción de un ser perfecto. Al mostrar que la idea de perfección no se origina en los sentidos sino en la razón, Descartes abre el camino a la prueba racional de la existencia de Dios. Al cuestionar el origen de la idea de Dios, se enfrenta al problema de que esta idea no pudo haber surgido de la nada, ya que nada, nada crea y ningún ser, mucho menos un ser perfecto, podría haber surgido de la nada.

Siguiendo este razonamiento, Descartes también afirmó que un ser imperfecto no puede ser la causa de la creación de un ser perfecto, ya que menos no puede ser la causa de más. La idea de perfección nace con el hombre, es una idea innata. Queda la idea de que la perfección, al no tener su origen en la nada, ni en un ser imperfecto por naturaleza, sólo puede haber sido traída a la razón por un ser perfecto.

Un ser perfecto puede ser su propia causa, a diferencia de un ser imperfecto. La idea de perfección puesta en la razón sugiere la existencia de un ser perfecto, ya que la existencia de la perfección sin un ser perfecto que lo creó sería contradictoria.

Así, la existencia de una idea de perfección que existe en nuestra mente, prueba la existencia de un ser perfecto que la creó y la colocó en nuestra razón, es decir, un ser que puede llamarse Dios.

Fuente:
Descartes, René, 1596-1650 – Discurso sobre el método / René Descartes; traducción de Paulo Neves. – Porto Alegre: L&PM, 2008.

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