LA lateralidad ocurre cuando un lado del cuerpo domina sobre el otro, por lo que la esfera motora de la parte izquierda o derecha tiene ascendencia en relación con la otra. De bebé, el niño se considera ambidiestro, es decir, siempre usa ambas manos.
Es alrededor de los 6 a 8 años cuando se manifiesta la lateralidad. Aún no se sabe con certeza qué causa este fenómeno, pero algunos investigadores creen que es de naturaleza genética. Así, los estudios muestran que los padres diestros solo tendrán hijos zurdos en el 9,5% de los casos. Los padres zurdos tienen una alta probabilidad de tener hijos zurdos: si ambos usan el lado izquierdo, el niño tendrá un 26% de posibilidades de tener también el predominio de esta parte del cuerpo.
Al principio, antes de la definición de lateralidad, el niño expresa preferencia por una de las manos en sus actividades. Este fenómeno es impulsado por el cerebro. En este proceso, los lados opuestos del cuerpo se comandan entre sí: el izquierdo estimula al derecho y viceversa. Cuando predomina la parte izquierda, la persona es diestra; de lo contrario, es zurda. Esto también afecta a los ojos, los pies, ciertos pares de órganos. Los zurdos han sufrido mucho, ya que eran considerados anormales, especialmente en la escuela, donde eran severamente castigados, con el brazo izquierdo atados por los profesores.
Hoy en día, los expertos aseguran que no deben ser sufridos y castigados, ya que esta actitud puede ocasionar graves daños al niño, ya que sus movimientos están directamente ligados a la zona cerebral. Puede tener serios problemas con el aprendizaje y la orientación espacial si se ve obligada a usar el lado derecho de su cuerpo.
A pesar de ser congénita, la lateralidad no aparece de repente en los niños, sino de forma paulatina. La predilección por una de las manos, uno de los pies o uno de los ojos -como también tenemos un ojo predominante- se revela poco a poco.
También se puede cruzar la lateralidad, cuando se presenta la mano izquierda predominante, mientras que la pierna derecha es la que destaca; o en el caso de tener el uso de la mano derecha y el ojo izquierdo. Estos niños necesitan entonces someterse a un proceso de organización de su psicomotricidad, es decir, de autocontrol muscular -actividades escritas, visuales y motoras-, para sintonizar con estas predilecciones. Las personas con este problema, a diferencia de las personas zurdas, pueden tener problemas de aprendizaje, según una investigación realizada por expertos.
Fuentes
http://revistacrescer.globo.com/
Grow / 0.19125, EFC406249-2216.00.html
http://www.pdamed.com.br/diciomed/