Los tupinambás son indígenas que, hacia el siglo XVI, habitaban prácticamente toda la costa brasileña desde el Recôncavo Baiano hasta lo que hoy es Río de Janeiro. Era una tribu que atraía la atención de los portugueses, en el sentido de que practicaban rituales de antropofagia, es decir, eran caníbales. A menudo se comían a sus oponentes creyendo que se estaban apropiando de sus habilidades, fortalezas o poder.
En el siglo XVII, el norte de Brasil estaba siendo invadido por ingleses y holandeses. En cuanto los portugueses vencieron a los franceses, temieron perder más territorios y fue entonces cuando decidieron expandirse hacia el estado de Pará y la Amazonía. Construyeron un fuerte con el nombre de la Natividad en Belém y los franciscanos fundaron una casa en esa región.
Los tupinambás que vivían allí, al principio no mostraron agresividad, pero fueron muy desconfiados y sabían que varias tribus habían sido capturadas y esclavizadas por los colonos. Tenían afinidades con los franceses, y en la primera semana comenzaron los conflictos con los portugueses que provocaron la muerte de muchos indígenas y el exterminio de varias aldeas.
Debido a la postura de los colonos, los indígenas se unieron para tratar de expulsarlos de sus tierras (actual Belém) y así el Levantamiento de los Tupinambás, O la Guerra de los Tupinambás. Los portugueses respondieron con gran crueldad mientras mataban a los indios colocándolos frente a un cañón y exponiéndolos frente a quienes no se sometían a la colonización. Por otro lado, los tupinambás agredieron a los colonos y trataron de reunir armas, ideando estrategias de guerra para intentar derrotarlos. Ninguno de los bandos cedió y las batallas fueron cada vez más constantes y sangrientas.
En enero de 1618 los tupinambás de Pará se unieron a los de Maranhão para defender sus tierras y deshacerse de los abusos de los colonos. Muchos terminaron muertos, pero en general no se rindieron. El capitán portugués Castelo Branco, incapaz de contener a los indios, perdió cada vez más credibilidad bajo la corona portuguesa y fue depuesto.
Aprovechando el incidente con el capitán, el 7 de enero de 1619 los Tupinambás atacaron el fuerte de la ciudad de Belém y su líder Cabeça de Velha fue cruelmente asesinado por los portugueses. Como una forma de demostrar su poder, los pobladores entraron y atacaron los poblados de Iguape y Guamá.
Baltazar Rodrigues fue reclutado para reemplazar a Castelo Branco y continuó exterminando a los nativos que no se sometieron y esclavizando a los sobrevivientes. Estas órdenes fueron camufladas por católicos que decían que estaban haciendo una catequesis amistosa. Pero en general, la relación entre los tupinambás y los portugueses fue sangrienta con un genocidio entre ambas partes.
Las guerras contra los nativos resultaron en la devastación de las aldeas y una disminución de la población. Tras la muerte del líder indígena Cabeça de Velha, los supervivientes no vieron otra solución que unirse al ejército portugués y ayudarles a defender el territorio de otros invasores europeos. Los que no luchaban eran prisioneros de guerra, se convertían en esclavos y servían de ejemplo a otras tribus que no eran sumisas.
Se estima que la población tupinambá era de unos 100.000 indígenas que ocupaban la costa brasileña en el siglo XVI. Actualmente sobreviven en reservas indias. Su pueblo principal está en el sur del Estado de Bahía y se llaman Tupinambás de Olivença. También están ubicados en el sur del país en el Estado de São Paulo, pero el IBGE aún no ha informado el número exacto de esta población, sin embargo, se sabe que conviven con los guaraní-Mbyá que son conocidos como los Tupi-Guaraní.
Referencias:
https://www.solliteratura.com.br/curiosidades/tupinambas/
https://pib.socioambiental.org/pt/People:Tupinamb%C3%A1_de_Oliven%C3%A7a
https://pt.wikipedia.org/wiki/Tupinamb%C3%A1s
https://pt.wikipedia.org/wiki/Levante_dos_Tupinamb%C3%A1s
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