propulsión iónica –

Modo de propulsión en el que el propulsor se ioniza, se acelera mediante un campo eléctrico y luego se expulsa en un estado eléctricamente neutro.

Astronáutica

Principio

Utilizada en algunos satélites artificiales, la propulsión iónica se basa en el uso de motores que funcionan empujando hacia atrás un haz continuo de partículas cargadas (iones) que crea un empuje en la dirección opuesta y permite que los satélites se muevan hacia atrás. La energía necesaria para estos motores es suministrada por paneles solares, de ahí el calificativo dehelioeléctrico dado con frecuencia a este modo de propulsión. Los ingenieros han estado trabajando en el desarrollo de motores iónicos durante décadas, pero solo recientemente han podido superar los obstáculos que plantean factores como la baja potencia suministrada por los paneles solares. Hasta ahora, la propulsión iónica se ha utilizado principalmente con fines de control de actitud y corrección de órbita. Pero, en el futuro, esperamos poder aprovechar las inmensas ventajas que presenta.

¿Eres estudiante, profesor o academia?

DATE DE ALTA EN NUESTRA RED SOCIAL!, Grupos de estudio, apuntes, escribe en tu propio blog, añadir tu academia o dar clases particulares y Aprende!!!.

Abrir un perfil

Ventajas

Los propulsores iónicos son sobre todo muy eficientes: el impulso que entregan es diez veces mayor por kilogramo de combustible que el de los motores de cohetes convencionales. Esto permite reducir considerablemente la masa de combustible transportado y, por tanto, aumentar proporcionalmente el espacio o la masa de los instrumentos científicos a bordo. Los propulsores de iones también permiten definir trayectorias que permiten viajar más rápido en distancias muy largas y, por lo tanto, abren la puerta a una exploración real del espacio profundo. Finalmente, permiten dirigir los satélites de una manera extremadamente fina, lo que es esencial para misiones dirigidas a un objetivo muy preciso. Todas estas ventajas surgen del hecho de que los motores de iones tienen un empuje muy bajo. Por esta razón, es imposible utilizar propulsión helioeléctrica para lanzar un cohete. Este tipo de propulsión solo funciona en un vacío de espacio, pero es ideal para destinos lejanos. A diferencia de los cohetes tradicionales de propulsión química, cuyos propulsores se consumen en minutos, los motores de iones pueden funcionar durante años, siempre que los paneles solares puedan suministrarles electricidad. Las misiones interplanetarias, que duran muchos meses y consumen mucha energía, serán sin duda las primeras en beneficiarse de las ventajas de la propulsión helioeléctrica. La Agencia Espacial Europea llevó a cabo un experimento exitoso con la pequeña sonda SMART 1: lanzada en septiembre de 2003, gracias a su motor iónico, llegó a la vecindad lunar en noviembre de 2004, después de 332 revoluciones cada vez más largas alrededor de la Tierra, y luego se colocó en una órbita polar alrededor de la Luna para estudiar y mapear su superficie.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *