Written by LA Síndrome de piernas inquietas (SPI) es una enfermedad crónica, definida como una sensación incómoda y no dolorosa dentro de las piernas que provoca un impulso irresistible de moverlas.
La clasificación sigue siendo controvertida, ya que se divide en dos categorías:
- Idiopático (primario). Es más común y, después de manifestarse una vez, suele ser de por vida.
- Sintomático (secundario). Esto puede estar relacionado con la deficiencia de hierro, ácido fólico y vitamina B12; polineuropatía (uremia, diabetes mellitus, artritis reumatoide, enfermedad de Charcot-Marie-Tooth, abuso de alcohol, avitaminosis, amiloidosis, entre otras).
Las personas que la padecen lo definen como “picazón en los huesos”, “hormigueo”, “picazón”, “hormigueo”, entre otros. A veces, puede afectar los brazos. Esta sensación solo se alivia cuando las extremidades están flexionadas, extendidas o cruzadas. Esta manifestación suele interferir con la calidad del sueño, y es difícil iniciarlo, así como su mantenimiento. Las personas con este síndrome pueden tener sus actividades de rutina alteradas debido a un tiempo de sueño insuficiente.
Tanto la intensidad como la frecuencia varían. Una persona puede no presentar síntomas durante un período prolongado y otra persona puede verse afectada varias veces durante el mismo día. Esta enfermedad puede aparecer a cualquier edad, pero es más común en personas mayores de 30 años.
El diagnóstico se realiza manteniendo al paciente inmóvil en la cama, con las piernas extendidas. Este método desencadena sensaciones parestésicas y movimientos periódicos de las extremidades en la gran mayoría de los casos de pacientes con SPI. Otros procedimientos diagnósticos son importantes para casos relacionados con problemas hematológicos (hierro, ferretina, vitamina B12, folato), enfermedad renal crónica y en casos de sospechas específicas, exámenes como electroneuromiografía, pruebas reumatológicas, exámenes vasculares, entre otros.
El tratamiento tiene como objetivo reducir los síntomas y, en consecuencia, mejorar la calidad de vida del paciente. En los casos de detección de deficiencia de hierro, se debe complementar, junto con vitamina B12, una medida que debe ser suficiente para acabar con los síntomas. Aproximadamente el 25% de los pacientes con SPI tienen su condición agravada por el uso de otros medicamentos, como bloqueadores de los canales de calcio, medicamentos contra las náuseas, algunos medicamentos para la gripe y la alergia, medicamentos utilizados para la depresión, entre otros.
El tipo de vida también interfiere y ciertas costumbres y hábitos pueden agravar la condición del SPI. Se debe seguir una buena higiene del sueño. Eso significa encontrar el mejor momento para dormir, despertarse y mantenerse despierto todos los días. Se recomiendan las actividades físicas hasta seis horas antes de acostarse, sin embargo, para algunas personas, el ejercicio antes de acostarse es bueno.
Una dieta equilibrada puede contribuir a reducir la gravedad de la enfermedad. La cafeína aparentemente mejora los síntomas, pero en realidad los intensifica y los retrasa para más tarde. Evitar los alimentos que contienen cafeína es la mejor solución, así como el consumo de bebidas alcohólicas.
Algunas actividades como baños calientes, masajes, técnicas de relajación, manualidades y alguna otra actividad que mantenga la mente ocupada, pueden ser beneficiosas. Esto dependerá de la gravedad de los síntomas de cada individuo.
Fuentes:
http://www.sindromedaspernasinquietas.com.br/
http://www.sindromedaspernasinquietas.com.br/xartigos/S%CDNDROME%20DAS%20PERNAS%20INQUIETAS%20E%20ALIMENTA%C7%C3O.pdf
http://www.copacabanarunners.net/sindrome-pernas-inquietas.html
http://en.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADndrome_das_inqu_inquietas
http://www.drauziovarella.com.br/ExibirConteudo/2863/sindrome-das-pernas-inquietas
http://www.abcdasaude.com.br/artigo.php?723
