El realismo es una corriente estética que surgió en Europa durante la segunda mitad del siglo XIX.
Desde el punto de vista de las artes plásticas, surge principalmente en la pintura francesa, sin embargo, también se desarrolla en la escultura, la arquitectura y en el medio literario.
El contexto histórico en el que se produce es el del sucesivo crecimiento industrial y científico de las sociedades.
En ese momento, se llegó a creer que, con la naturaleza «dominada», se necesitaba una mayor objetividad y realismo en las expresiones artísticas, rechazando todo tipo de visiones subjetivas e ilusorias.
Características del arte realista
objetividad;
rechazo de temas metafísicos (como la mitología y la religiosidad);
representación de la realidad «cruda»: las cosas como son;