Comedia mezclada con música y danza en 3 actos y en prosa de Molière (1673), fallecido tras la cuarta representación.
Argán es un «paciente imaginario» y, como resultado, un hombre que ingiere una gran cantidad de drogas. Cuenta el número de sus pociones y enemas, regocijándose de su eficacia. Se siente enfermo para siempre, pero más cuando toma menos medicamentos. No le importa su doncella, Toinette, y planea casar a su hija Angélique con el hijo de uno de sus médicos, Thomas Diafoirus. ¡Así podrá cuidarse aún mejor!
Él mismo, vuelto a casar con Béline, es tan crédulo a sus ojos como a las personas que cuidan de su salud. Éste, egoísta y lucrativo, quiere desheredar a los hijos de Argán y está a punto de aceptar una disposición legal en ese sentido. De hecho, la joven Angelique se ha prometido a Cléante que ronda la casa y que, tras hacerse pasar por la sustituta del maestro de música, asiste a los ridículos cumplidos que Thomas Diafoirus le hace a Angelique. Con Cléante y Toinette, la resistencia a los peligrosos proyectos de Argan comienza a organizarse.
El hermano de Argan, Béralde, llega con la esperanza de frenar tantas locuras y modas. Intenta razonar con Argan y expulsa a los codiciosos médicos. Argan se ve privado de todo su apoyo y luego recibe al primer médico que viene: es Toinette quien, disfrazado de hombre de arte, explica la mayor parte del dolor por una sola causa: «el pulmón». Para finalmente abrir los ojos de su hermano, Béralde le aconseja que finja la muerte. Frente a su cuerpo inerte, Béline está encantada con esta desaparición, que le permitirá apoderarse del dinero guardado en la casa y, por el contrario, Angélique se arrepiente. Argán deja de tocar y Béline huye. Angélique es recompensada con el acuerdo dado a su matrimonio con Cléante.
Siempre convencido de estar enfermo, Argán decide hacerse médico: es acogido entre un coro de cirujanos y otros boticarios que lo nombran médico, bailando y cantando versos escritos en una divertida cocina latina… Este falso latín del coro final es muy divertido . “Clisterium donare, / Postea seignare, / Ensuitta purgare. », Cantan los graduados. Molière se divierte pero vuelve a acusar a los médicos de matar a sus pacientes. “Novus doctor (…) y manget / et bibat / et sienget / et tuat”, concluye el coro.
Molière, que morirá poco después de la creación de la obra, desafía a la profesión médica por última vez. Muchos comentaristas ven en esta obra un presentimiento del fatal desenlace y un tono angustiado. Sin embargo, la obra está, en su ritmo y en la alternancia de sus escenas, concebida como una fiesta; de hecho, cuando se representa en su totalidad -lo cual es raro- es una comedia-ballet; resuena como una inmensa carcajada.