Conciencia animal: ¿los animales tienen sentimientos? – Zoología

La conciencia se puede definir como la capacidad de interpretación, sensibilidad, interpretación, evaluación y durante cientos de años se le atribuyó a la especie humana su monopolio. No por casualidad, el autoproclamado nombre científico de nuestra especie es Homo sapiens sapiens, que en sus raíces latinas tiene el siguiente significado, “el que sabe que sabe”, o simplemente “un hombre sabio”. Esta clasificación nos la otorgó la percepción de que solo los humanos tenían la capacidad de manifestar conciencia, relegando a los animales no humanos solo el espectro instintivo, es decir, actúan solo por instinto, como si los animales siguieran una programación evolutivamente definida, rectilínea. e inmutable.

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Los chimpancés son capaces de mostrar emociones sutiles. Foto: Gudkov Andrei / Shutterstock.com

El antropocentrismo y los animales como autómatas

La noción de conciencia como exclusividad humana es sólo una parte de la teoría antropocéntrica, del ser humano como centro del universo y de que todo lo que existe tiene como único fin servir a los intereses humanos. El antropocentrismo alejó al ser humano de la naturaleza, e hizo más plausible la idea de que los animales no humanos eran seres desprovistos de conciencia, como decía René Descartes (1596-1650), “meros autómatas”.

Antes de hablar de la conciencia animal, es necesario entender tres conceptos principales: cognición, sintiencia y autoconciencia. La cognición se puede definir como la obtención, procesamiento y almacenamiento de información, es decir, un proceso de aprendizaje. La sintiencia es la capacidad de sentir, la capacidad de tener sentimientos y de experimentar, de interpretar una sensación como positiva y negativa, de profundizar la interpretación más allá de la simple reacción. La autoconciencia está ligada a la capacidad de ser consciente de la propia existencia, es decir, saber que uno existe, tanto física como existencialmente. Generalmente, cuando estudiamos la conciencia animal, tomamos a los humanos como referencia y comparamos las reacciones de los animales no humanos con las nuestras.

Los elefantes muestran constantemente afecto entre los miembros de la manada. Foto: wrobel27 / iStock.com

La anatomía de la cognición

El consenso en evolución es que cuanto menor sea la relación cerebro-cuerpo, es decir, cuanto mayor sea el tamaño del cerebro-cuerpo, mayor será la capacidad cognitiva de la especie. Existen algunas diferencias entre linajes, por ejemplo, en los mamíferos, la región más asociada con el procesamiento de la información es la neocorteza, mientras que en las aves es el cerebro anterior. Los humanos tienen el cerebro más grande para el tamaño de su cuerpo, y entre los mamíferos no humanos, solo se destacan los grandes simios.

Cognición animal y emoción.

Los cuervos y los loros tienen una relación cerebro-cuerpo similar a la de los grandes simios, por lo que tienen una de las capacidades cognitivas más altas entre las aves. Los loros pueden imitar cientos de palabras y en algunos casos, como el loro gris (Psittacus erythacus), la capacidad de aprendizaje está tan desarrollada que son capaces de nombrar objetos. Cuervos de Nueva Caledonia (corvus moneduloide) son famosos por usar herramientas, incluso poder ajustarlas en diferentes situaciones, como al doblar alambres, hacer ganchos para sacar objetos de interés del interior de las botellas. Las ballenas jorobadas utilizan una forma compleja de canto para comunicarse, y se ha demostrado que otros pueden aprender este canto.

Los pulpos pueden interpretar el entorno, siendo capaces de reconocer diferencias entre objetos en función del tamaño y la forma, e incluso clasificarlos según estos criterios. Los pulpos pueden abrir botellas y frascos y encontrar la salida de los laberintos, lo que incluye almacenar este camino en su memoria y ajustar la ruta cada vez que lo atraviesan para salir más rápido. Los delfines son capaces de transmisión cultural, es decir, transmiten el comportamiento a través del aprendizaje de generación en generación. Se ha visto a chimpancés hembras cargando crías muertas durante semanas, incluso cuidando el cuerpo y mostrando afecto, negándose a soltarlas.

La conciencia animal y sus aspectos aún son poco conocidos por los humanos, pero el hecho es que muchas especies tienen autoconciencia, emociones y son sintientes, por lo que tratar a los animales como autómatas o seres insensibles es una idea obsoleta y egoísta.

Referencias:

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Edelman, DB y Seth, AK 2009. Conciencia animal: un enfoque sintético. Tendencias en neurociencias, 32(9), 476-484.

Krützen, M., Mann, J., Heithaus, MR, Connor, RC, Bejder, L. y Sherwin, WB (2005). Transmisión cultural del uso de herramientas en delfines nariz de botella. Actas de la Academia Nacional de Ciencias, 102(25), 8939-8943.

Prada, IL 2008. Los animales son seres sintientes Actas del I Simposio Multidisciplinario sobre Relaciones Armónicas entre Humanos y Animales, pg: 10 – 14.

Rocha, EM 2004. Animales, hombres y sensaciones según Descartes. Criterion: Revista de Filosofía, 45(110), 350-364.

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