Nueva Constitución concedida a la provincia de Quebec formada tras el Tratado de París (1763).
Ante la agitación de las Trece Colonias (americanas), el gobierno británico buscó asegurar la lealtad de los canadienses (francés) a través de importantes concesiones: expansión del territorio que ahora incluía Labrador y las Islas del Golfo, al este, y la Gran región de los lagos al oeste; libre acceso a los cargos públicos para los católicos; restauración de las leyes civiles francesas que garantizan los derechos de propiedad anteriores a la conquista inglesa.