Antônio Raposo Tavares – Biografía de Bandeirante

Antônio Raposo Tavares (1598-1659) fue un pionero paulista, organizador de varias pancartas de arresto indígena y la lucha contra las reducciones jesuitas. Nació en Beja de São Miguel, Portugal, y llegó a Brasil con su padre Fernão Vieira Tavares (gobernador de la capitanía de São Vicente), en 1618. En 1622, se instaló en la ciudad de São Paulo y a la edad de El 24 se casó con Beatriz Furtado de Mendonça, hija del pionero Manuel Pires.

Su biografía, como la de otros pioneros, fue escrita por Alfredo d’Escragnolle Taunay (1843-1899), también conocido como vizconde de Taunay quien, entre otras funciones como ingeniero y militar, fue un escritor vinculado al instituto fundado por el IHGB. con el objetivo de construir una historia para la joven nación.

¿Eres estudiante, profesor o academia?

DATE DE ALTA EN NUESTRA RED SOCIAL!, Grupos de estudio, apuntes, escribe en tu propio blog, añadir tu academia o dar clases particulares y Aprende!!!.

Abrir un perfil

Esto es importante para entender por qué la figura de Raposo Tavares estuvo épicamente ligada a la exploración y expansión de territorios coloniales, así como a la búsqueda de metales preciosos. Sin embargo, las fuentes muestran que Raposo Tavares participó exclusivamente en la detención y esclavización de indígenas. Hay historiadores que relacionan su nombre con la despoblación y desaparición de etnias indígenas enteras.

Las banderas de Raposo Tavares

En 1628, Raposo Tavares participó en su primera bandera, actuando como primer al mando de Manuel Preto. Dicha expedición se dirigió a la Provincia de Guairá, ubicada en el occidente del actual Estado de Paraná. Raposo Tavares estableció un arraial a orillas del río Tibagi y desde esta base, los paulistas comenzaron a invadir los pueblos guaraníes y las reducciones jesuitas, con el fin de hacer cautivos a los indígenas.

El 30 de enero de 1629 comenzó la invasión de Guairá, donde los superiores ignacianos se retiraron y pocos indígenas escaparon del yugo paulista. En ese mismo año, solo dos de las trece reducciones jesuitas sobrevivieron a la destrucción: Nossa Senhora do Loreto y San Ignacio Mini.

En los años siguientes, los pioneros invadieron el territorio al sur del río Paranapanema, que no escapó ni a los pueblos españoles de Cidade-Real y Villa-Rica, que tuvieron que ser evacuados por sus vecinos en 1630.

La impiedad, brutalidad y bestialidad de los pioneros liderados por Raposo Tavares conmocionó a los misioneros, quienes escribieron en crónicas sobre cómo operaban estas bandas: «entrar, matar, quemar y devastar […] y hubo casos en los que se quemaron pueblos enteros, solo para el terror y asombro de los vecinos.«

En enero de 1633 fue elegido juez ordinario y poco después asumió el cargo de Defensor del Pueblo de la Capitanía de São Vicente, designado por el Conde de Monsanto. Ese mismo año lideró el asalto al Colegio de los Jesuitas, en la aldea de Barueri, expulsando a los sacerdotes, hecho que le llevó a ser excomulgado por la Iglesia.

Em janeiro de 1635 partiu para uma nova expedição para a serra dos Tapes, compreendida atualmente como a região central do Estado do Rio Grande do Sul. Nesta localidade encontrava-se várias etnias indígenas como charruas, tapés, araxans, guananás, carijós, caaguás, entre otros. En diciembre atacó la reducción de Jesús María y procedió a devastar las reducciones de San Christovam y Sant’Anna. Raposo Tavares regresó a São Paulo en 1638, con 40 años y con enorme notoriedad.

Entre 1639 y 1642, se unió a las fuerzas que combatieron la invasión holandesa de Bahía. Más tarde, también fue a Pernambuco para combatirlos.

Antônio Raposo Tavares, escultura de mármol de Luigi Brizzolara (1868-1937). La pose de una visionaria con ropa pomposa contrasta con la realidad de las Guías. Colección del Museo Paulista. Foto: Rodrigo Tetsuo Argenton / Wikimedia Commons / CC-BY-SA 4.0

la bandera más grande y última

En 1648, inició su gran gira por América del Sur. Salió de São Paulo y por rutas desconocidas, llegó a Paraná, en 1649. En el norte de Paraguay, arrasó varias aldeas de indios catequizados por los jesuitas españoles, que se concentraban en la meseta de la Serra do Maracajú, llamada Cruz de Bolaños, Xeres, Itutin y Nossa Senhora da Fé.

De allí se fue a Bolivia y Perú, “lavándose las manos en las aguas del Océano Pacífico”. Finalmente, la expedición llegó a la desembocadura del río Amazonas, en Gurupá, Pará, reducida a 59 blancos y algunos indígenas. Luego de más de 10,000 kilómetros y más de tres años, este grupo navegó el curso de varios ríos sudamericanos, como el Río Grande, Río Paraguai, Río Mamoré, Río Madeira y Río Amazonas.

Regresó a São Paulo tan desfigurado que su propia familia no lo reconoció. La mayoría de los historiadores asumen que murió en 1568, a los 60 años, en su finca ubicada en Quitaúna, actualmente un barrio de la ciudad de Osasco (SP).

Referencias:

ROBLE, Franco. Banderas y Girl Scouts de São Paulo. São Paulo: Cia. Ed. Nacional, 1940.

MONTEIRO, John Manuel. Negros de la tierra. Indios y pioneros en los orígenes de São Paulo. São Paulo, Companhia das Letras, 1998.

TAUNAY, A. Historia general de las banderas de São Paulo. São Paulo, Cantón HL, 1924-50.

VAINFAS, Ronaldo. Diccionario del Brasil colonial (1500-1800). Río de Janeiro: Objetivo, 2001.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *