Written by O argumentum ad baculum (recurso o apelación a la fuerza, en latín) es una forma de argumentación en la que uno de los oponentes recurre directa o indirectamente a la fuerza o la amenaza para que el oponente acepte su conclusión. A pesar de figurar entre las denominadas falacias no formales, la argumentum ad baculum no constituye, de hecho, una falacia, considerando que no incurre en errores argumentativos.
Aunque el uso de la fuerza en las discusiones siempre se considera malicioso, no siempre es así. argumentum ad baculum se utiliza de esta manera. Una forma no maligna de recurrir a la fuerza para lograr una cierta aprobación de la conclusión se puede encontrar en las leyes de tránsito, por ejemplo, en las que se recurre a la amenaza de un castigo severo para cualquier persona sorprendida conduciendo en estado de ebriedad o sin licencia de conducir. En este caso, el argumento que se defiende es que la práctica de conducir en estado de ebriedad o sin carnet de conducir supone un riesgo para la vida tanto del conductor como de las personas que lo rodean. Por tanto, la amenaza de castigo produce la aceptación y, en la mayoría de los casos, el reconocimiento de estas premisas.
Sin embargo, su uso malicioso en argumentos es bastante común, pudiendo comprobarse tanto entre niños, lo que configura un uso inocente de la argumentum ad baculum, y entre adultos, donde se aprecian diferentes grados de malicia en el argumento, como se verá en los siguientes ejemplos.
Imagina los siguientes diálogos protagonizados por niños:
– Juego a la pelota mejor que tú.
– Yo no creo.
– ¡Sí, yo juego! ¡Y si no estás de acuerdo, ya no seré tu amigo!– Spider-Man es mucho mejor que Batman. ¡Y si no estás de acuerdo conmigo, enviaré a mi hermano mayor, que es bastante grande, para que venga aquí y te golpee!
Estos dos ejemplos son bastante recurrentes entre los niños que juegan juntos. En el primero, uno de los niños crea tensión psicológica en el otro al amenazar con romper la amistad si el otro no apoya su conclusión. En el segundo caso, la amenaza tiene un carácter físico, considerando que la consecuencia del desacuerdo sería una agresión contra la parte disidente.
Entre los adultos, el argumentum ad baculum suele asumir un carácter más agresivo, considerando que, en general, las partes involucradas son conscientes de los límites y consecuencias de los argumentos y amenazas propuestos. Considere el siguiente diálogo entre una secretaria y su jefe:
– MILISEGUNDO. Ana, si el gerente se pone en contacto, dile que no estoy aquí.
– Pero señor João, mentiré y eso podría poner en peligro mi trabajo.
– ¡Haz lo que te digo o te despedirán!
En este caso, lo que configura el uso de argumentum ad baculum es la amenaza de despido hecha por el Sr. João a la Sra. Ana si no acepta tu conclusión de que lo mejor es mentirle a la gerencia en tu nombre.
El llamado a la fuerza también se puede ver en esferas más amplias, como la política internacional. Suele aparecer cuando un país con mayor poder militar obliga a otro país más pequeño a hacer lo que le conviene, a riesgo de ser bombardeado.
Finalmente, el argumentum ad baculum a menudo se usa en relaciones abusivas. Cuando una de las partes en la relación quiere romper con la relación, es bastante común que escuchen de la otra parte que, si la relación termina, terminarán solos o que nunca encontrarán a nadie como ellos.
Todos los ejemplos presentados anteriormente constituyen una falacia del tipo argumentum ad baculum porque no presentan ninguna evidencia clara de que el argumento que se hace sea cierto, y esto es lo que hace que se recurra a tales amenazas.
Referencias:
AUDI, Robert. El Diccionario de Filosofía de Cambridge. Nueva York: Cambridge University Press, 1999.
COPI, Irving M. Introducción a la lógica. Traducción de Álvaro Cabral. São Paulo: Mestre Jou, 1974.
HURLEY, Patrick J. Una breve introducción a la lógica. California: Wadsworth / Thomson Learning, 2000.
