Written by Vivimos en una sociedad en la que la apreciación del tiempo está cada vez más latente, en este sentido situaciones simples como realizar pagos en supermercados, bancos, etc. podrían convertirse en algo aún peor, ya que estamos sujetos a tener que esperar en enormes colas para hacer esta acción.
En este contexto, la Matemáticas junto con la evolución de las tecnologías, nos ha aportado grandes aportes para agilizar esta tarea. Hacemos uso de códigos de barras a diario, y muchas veces ni siquiera pensamos en lo fundamental que es este mecanismo de identificación para la sociedad actual.
El primer código de barras patentado fue elaborado en 1952, por Joseph Woodland y Bernard Silver, sin embargo, fue solo en los años 70 que se definió un estándar en el formato numérico para hacer identificaciones de productos y ampliamente utilizado en los Estados Unidos y Canadá.
La figura del lateral representa un código de barras, en el que la lectura se realiza mediante un lector de códigos de barras (escáner). El escáner proyecta rayos rojos en las barras, en las partes oscuras se absorbe la luz y en los espacios blancos se refleja la luz; los datos realizados en esta lectura óptica son rápidamente analizados por el ordenador y convertidos en letras o números, según el registro realizado para cada producto. Por tanto, con este recurso matemático vinculado a las tecnologías, la sociedad puede disfrutar de sus beneficios dinamizando la vida cotidiana.
Para obtener más información, consulte:
www.ime.ufg.br/bienal/2006/mini/polcino.pdf
http://www.barcodeisland.com/ean13.phtml
