Written by Competencia es la rivalidad que se da entre dos o más productores que quieren vender sus artículos de la misma clase, o entre varios consumidores que pretenden obtener productos del mismo tipo. Cada fabricante, interesado en llevar sus productos al mercado rápidamente para obtener la recompensa por su trabajo, hace todo lo posible para ser preferido por el consumidor, quien, a su vez, quiere que se satisfagan sus necesidades y aspira a la preferencia del productor.
La competencia es el estado habitual y se da con productores y consumidores, pero se da principalmente entre uno u otro según las condiciones del mercado: cuando un artículo es abundante en relación a la necesidad que abastece, los productores compiten ferozmente para no tener sobras, y cuando el producto se vuelve escaso, entonces son los consumidores los que luchan por no verse privados.
Los productores buscan una retribución justa por su trabajo en competencia, ofreciendo al consumidor productos de calidad superior o más baratos que los de sus rivales. Esto solo se puede lograr mejorando los procedimientos de la industria para reducir costos. Es una lucha donde se premia a los productores más hábiles y trabajadores, donde se incentiva a otros productores, se atiende a los consumidores y, en general, toda la humanidad hace uso de esta lucha, pues se beneficia de los avances de la industria. Por tanto, esta lucha tiende a conducir a la armonía de todos los intereses.
La competencia es el motor principal de la actividad, el estimulante más poderoso de todos los avances. La protección contra la competencia es una protección destinada a promover la ociosidad, la rutina y el descanso estéril de las facultades humanas. Donde no hay competencia, hay monopolio. La competencia conlleva una responsabilidad individual. En definitiva, la competencia se rige por un régimen de paz, es la única armonía verdadera de todas las libertades necesarias para la producción y distribución de la riqueza.
Muchos, entre socialistas y algunos entre empiristas, piensan que la competencia es el estado de guerra de la sociedad, la sanción del derecho del más fuerte, enemigo declarado del más débil, piensan que es un régimen bárbaro y salvaje. Añaden que la competencia elimina la buena fe de los contratos porque, en nombre de vender barato, los consumidores se engañan en la calidad y cantidad de los bienes. Piensan que la competencia ilimitada y universal conduce a una forma muy desigual de distribuir la riqueza producida, hecho que da lugar al continuo malestar de las clases trabajadoras y la miseria de las personas dentro de la sociedad. Piensan que así se consagra la tiranía del capital, es decir, que la vieja aristocracia sanguinaria fue reemplazada por la aristocracia moderna del dinero, compuesta por los señores feudales de los bancos y las industrias cuyos vasallos son los trabajadores.
