Control químico de plagas – Ecología

O control químico de plagas Consiste en el uso y aplicación de sustancias químicas que conducen a la reducción o extinción de poblaciones de organismos considerados plagas, tanto en áreas rurales como urbanas. Las plagas son cualquier tipo de ser vivo que dañe los bienes de consumo o los activos humanos o suponga un riesgo para la salud por la propagación de enfermedades. Para ello, se utilizan pesticidas (o pesticidas) que matan, expulsan o incapacitan a las plagas. Los insecticidas son una clase específica de estas sustancias que afectan solo a los insectos y pueden tener efectos específicos sobre huevos, larvas u organismos adultos, matándolos o bloqueando su capacidad motora o reproductiva.

Desde que las comunidades humanas abandonaron el hábito nómada y comenzaron a construir ciudades gracias al advenimiento de la agricultura, ha quedado claro que los insectos y otros organismos podrían convertirse en una amenaza para la seguridad alimentaria y la salud general de las personas. Un ejemplo clásico de esto son las grandes nubes de langostas que aparecen esporádicamente, consumiendo cultivos enteros y provocando un gran daño socioeconómico. Así, se hizo necesario desarrollar mecanismos para controlar y erradicar estas plagas, reduciendo sus efectos nocivos.

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El «humo» se usa comúnmente para eliminar varias especies de mosquitos, como Aedes aegypti, que transmite el dengue y el zika. Foto: Sukjanya / Shutterstock.com

plagas rurales

Las plagas que afectan a los cultivos son muy variadas, desde insectos hasta hongos. Algunos ejemplos de las principales plagas agrícolas brasileñas son: la chinche apestosa dichelops vientre verde (que afecta a la soja y el maíz), la oruga helicóptero (que, según la especie, puede consumir maíz, algodón o soja), la maleza Amaranthus palmeri, el gorgojo-palmeri (planta que puede infestar cualquier cultivo), el escarabajo anthonomus grandis, o gorgojo del algodón (que se encuentra en el algodón), la mosca blanca Bemisia tabaci (que ocurre en las plantaciones de tabaco, soja y maíz), el hongo de la roya de la soja asiática, Phakopsora pachyrhizi, el gusano cogollero del maíz, Spodoptera frugiperda (plagas de maíz, soja y algodón) y las bacterias HLB que causan la verdeado en naranjos.

Para prevenir la propagación de plagas, existen varios protocolos para el uso de agentes de control químico. En la fase inicial de siembra, se pueden aplicar insecticidas a las hojas en el primer mes de cultivo, utilizando formas de aplicación mecanizadas o individuales (pulverizadores). La forma de ser elegida depende de algunos factores, como el presupuesto, el tipo de plaga y la escala de la plantación. Al utilizar aviones, por ejemplo, se debe tener en cuenta el riesgo de contaminación de áreas adyacentes. En esta etapa, es importante elegir diferentes productos químicos de los utilizados en la protección de semillas, de modo que los efectos protectores se superpongan.

Los aviones pequeños se utilizan para rociar pesticidas en los cultivos. Foto: Fotografía de Gavin Baker / Shutterstock.com

A lo largo de los ciclos de crecimiento y cultivo de las plantas, el monitoreo eficiente de plagas ayuda en el uso consciente de pesticidas químicos. Brasil tiene una extensa lista de productos químicos con uso permitido por el Ministerio de Agricultura, que incluye sustancias prohibidas en el resto del mundo, como tricolfón, forato y carbofurano (que tienen efectos tóxicos nocivos para la salud humana y animal). El mejor consejo es siempre evitar el uso constante, buscando formas de control más naturales, como el uso de agentes biológicos o la técnica de control del cultivo (plantar una especie vegetal no deseable para la plaga en cuestión).

plagas urbanas

Las plagas que afectan a las ciudades son relativamente diferentes a las de las zonas rurales, ya que suelen ser vectores de enfermedades o provocar pérdidas económicas relacionadas con daños estructurales. Los métodos relacionados con trampas con sustancias que causan intoxicaciones se utilizan para controlar poblaciones de ratas, babosas, cucarachas, termitas, hormigas y algunas especies de aves como las palomas. Otra técnica química de control de plagas ampliamente utilizada en las zonas urbanas es la fumigación, que puede ser preventiva (evitando la infestación) o reparadora (una vez confirmada la presencia de la plaga). En esta práctica, los productos químicos en forma líquida o gaseosa se difunden en el interior para combatir plagas que causan daños estructurales, como escarabajos, polillas, termitas y hormigas, o insectos vectores de enfermedades como los mosquitos. Normalmente, para que funcionen eficazmente, estos compuestos tienen una ventana de acción de unas pocas horas o días, provocando que la plaga migre o muera.

Referencias:

https://blog.aegro.com.br/

Bonnefoy, X., Kampen, H. y Sweeney, K., 2008. Importancia de las plagas urbanas para la salud pública. Organización Mundial de la Salud.

Graca, JD, 1991. Enfermedad del enverdecimiento de los cítricos. Revisión anual de fitopatología, 29(1), págs. 109-136.

Hoffmann-Campo, CB, Moscardi, F., Corrêa-Ferreira, BS, Oliveira, LJ, Sosa-Gómez, DR, Panizzi, AR, Corso, IC, Gazzoni, DL y Oliveira, ED, 2000. Plagas de la soja en Brasil y su manejo integrado (pág.70). Londrina: Embrapa soy.

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