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Disentería es una infección del intestino grueso que causa diarrea intensa con moco y sangre, junto con calambres y dolor abdominal. Por lo general, es causada por agua o alimentos contaminados. La disentería puede tener un origen bacteriano, siendo las bacterias del género Shigella, Campylobacter y salmonela los más comunes. También está el disentería amebiana, causado por la ameba Entamoeba histolytica. Algunos esteroides también pueden causar disentería. La disentería amebiana es muy común en los países en desarrollo debido a las condiciones sanitarias en esos países, pero también puede ocurrir en los países desarrollados.
Síntomas
disentería amebiana: diarrea con mucha mucosidad y sangre. Si el paciente no recibe tratamiento en los primeros días, después de unas 3 semanas la enfermedad se volverá más intensa, con el agravamiento de la condición, con presencia de sangrado intestinal, desnutrición y deshidratación. Otros síntomas incluyen vómitos, náuseas y pérdida de apetito. Dependiendo del parásito, la sangre y el moco pueden aparecer o no en las heces y el volumen de las heces puede variar. Se recomienda evitar los alimentos con lactosa durante la recuperación, ya que puede producirse una intolerancia temporal a la lactosa que puede durar mucho tiempo. Los parásitos pueden ingresar al torrente sanguíneo y llegar al hígado, donde provocan la aparición de abscesos, que si no se tratan adecuadamente pueden formar abscesos en otros órganos como los pulmones, el diafragma y el sistema nervioso central.
disentería bacteriana: Los síntomas más comunes incluyen fiebre alta, dolor de cabeza, calambres abdominales y diarrea acuosa y abundante. Los síntomas duran alrededor de 3 a 7 días y pueden desaparecer por sí solos. La intensidad de los síntomas y su duración dependerá del microorganismo responsable y del estado físico del paciente. Una complicación frecuente es la deshidratación, provocada por la pérdida de líquidos en la diarrea y los vómitos. El período de convalecencia dura alrededor de un mes.
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza con una muestra de heces para identificar el patógeno (bacteria o amebas). En algunos casos puede ser necesario realizar una ecografía para visualizar el hígado. Es posible que se necesite un análisis de sangre para identificar anticuerpos.
Tratamiento
disentería amebiana: administración de medicamentos para eliminar parásitos. Los portadores sanos también deben recibir tratamiento para romper la cadena de transmisión. Puede ser necesaria la hospitalización de pacientes con hemorragia intestinal o deshidratación. En los casos en que se hayan formado abscesos hepáticos, será necesaria una intervención quirúrgica.
disentería bacteriana: Consiste en la administración de antibióticos, reposo, buena ingesta de líquidos. En casos severos, la hidratación se puede realizar por vía parenteral.
Prevención
Lávese las manos con agua y jabón después de ir al baño y antes de las comidas. Al manipular o cocinar alimentos, lávese las manos. La ropa del paciente infectado debe lavarse con agua caliente para eliminar los agentes infecciosos.
Bibliografía:
Amebiasis. Disponible en: https://www.medipedia.pt/home/home.php?module=artigoEnc&id=614
Disentería bacilar. Disponible en: https://www.medipedia.pt/home/home.php?module=artigoEnc&id=600
Disentería bacteriana y amebiana. Disponible en: http://www.copacabanarunners.net/disenteria.html