Written by Cada vez más, el mundo ha estado invirtiendo en tecnologías sostenibles para reducir las tasas de contaminación, con el fin de preservar la calidad de vida de las personas y el medio ambiente del planeta. Una alternativa ampliamente explorada es la sustitución de combustibles derivados del petróleo por fuentes de energía más naturales y menos contaminantes. De esta forma, los estudios con hidrógeno ganaron espacio en el escenario mundial.
La elección del elemento químico hidrógeno para el estudio no fue casual. Los científicos han demostrado que la combustión del elemento es muy energética y no genera residuos contaminantes. A partir de esto, se comenzó a investigar para obtener una gran cantidad de moléculas de gas y convertirlas en combustibles. La investigación avanza constantemente, pero enfrenta serias dificultades ya que aún no existe una fuente para generar grandes cantidades de moléculas de hidrógeno para la producción masiva del biocombustible.
Por otro lado, las fuentes para obtener estas moléculas del elemento químico son las más diversas. Investigaciones recientes indican pruebas en plantas como proveedores de hidrógeno. Además, una nueva técnica biotecnológica ha ganado protagonismo dentro de la ciencia: la obtención de moléculas de hidrógeno a partir de aguas residuales desechables. La idea es transformar la basura que se produce a diario en energía reutilizable, para que todo lo que se descarte pueda brindar un retorno sustentable para la población. La investigación en esta área aún se encuentra en sus primeras etapas, pero en el futuro puede convertirse en una fuente de energía utilizable en todo el mundo.
En 2008, Honda lanzó al mercado el primer automóvil propulsado por combustión de hidrógeno, lo que demuestra la inversión de la compañía en esta nueva fuente de energía. Sin embargo, el modelo no fue aceptado en el mercado mundial y pronto cayó en el olvido popular. Algunos otros modelos surgieron después de este año, pero también fracasaron debido a que gran parte de los países no suministran este combustible en las estaciones de servicio y, aún, dependen de los derivados del petróleo.
Los beneficios que esta posible fuente de energía traería a la humanidad serían enormes. Además de reducir considerablemente las tasas de contaminación del planeta, esta tecnología vendría con un costo-beneficio más económico y accesible, ya que su materia prima provendría de fuentes naturales o desechables.
Por: Alexandre Mendes de Almeida Júnior
Director de comunicación y marketing
Empresa Junior Biotec Júnior – Gestión 2015
