Pintura de Sandro Botticelli (1483-1485). Temple sobre madera, 118 cm de diámetro. Museo Uffizi, Florencia.
Rodeada de ángeles, coronada de estrellas y coronada de oro, la Virgen escribe el Magníficat bajo la inspiración del Espíritu Santo. El Niño juega con una granada, y con un tierno gesto llama la atención de su madre. El paisaje y su cielo azul, reflejado en el serpenteante río, se suma, a través de su aliento, a la apacible armonía de la escena.
El refinamiento de la línea y la sensibilidad intelectual de Botticelli encuentran aquí un equilibrio. La abstracción formal de la obra se combina con un enfoque naturalista para lograr un clasicismo propio de creaciones de la misma época como Virgen del Libro Donde la adoracion de los magos.