Líder galo (en el país de Arverne alrededor del 72-Roma 46 aC).
1. Introducción: el fundador de la identidad nacional francesa
Figura histórica, que lideró la resistencia a Julio César durante la conquista de la Galia, Vercingetorix fue idealizado en xixmi siglo. Al atribuirle el mérito de haber unido por primera vez a pueblos divididos, se erigió en héroe fundador de la identidad nacional francesa.
2. El unificador de la Galia
2.1. Arvernus aristócrata
En el medio de Ier siglo a. C., unos sesenta pueblos comparten el territorio de la llamada Galia «peluda», la que los romanos aún no han sometido, a diferencia de los narbonneses (la Provincia), que han ocupado desde finales de iimi siglo aC A pesar de la cultura celta que les es común, estos pueblos son incapaces de lograr su unidad. Así, los Arvernes del Macizo Central (Auvernia) disputan la hegemonía política con los hegeos de la Galia central (Borgoña). Vercingetorix, cuyo nombre es más bien un título, «gran rey de los guerreros» en celta, es un joven aristócrata de Arverno. Su padre es Celtillos, quien, acusado de querer la realeza, fue asesinado. Es conocido e incluso apreciado por Julio César.
2.2. Líder supremo reconocido de las tribus galas
Las divisiones de los pueblos galos los convirtieron en una presa tentadora para sus poderosos vecinos del este, los alemanes, que atacaron en el 61 a. C., cuando Ariovisto, rey de los suevos, se apoderó de lo que hoy es Alsacia. Los galos habían pedido ayuda militar a Roma, César, que entonces era procónsul del sur de la Galia – y que, por ambición política, buscaba una guerra de conquista -, decidió intervenir en el 58 antes de d.C. Persiguió a Ariovista, lo que provocó la Guerra de las Galias, al comienzo de la cual hizo una alianza con los heduos. Al cabo de cinco años, ciertas tribus de Occidente y del Centro deciden unirse y levantarse. Es entonces cuando entra en juego Vercingetorix para persuadir a los jefes galos de que le otorguen una especie de mando único. A pesar de la fuerte oposición, logró sus objetivos en el 52 a. C.
3. Fracaso de una estrategia
3.1. Desde Gergovie …
Vercingetorix lleva a César a una guerra de desgaste y, para matar de hambre a sus tropas, inventa la táctica de la «tierra quemada»: quema granjas y cultivos. El 52 de junio, en una posición ideal en el oppidum de Gergovia, se encerró allí. A pesar de los dolorosos asaltos, el ejército romano se vio obligado a levantar el sitio. Con la fuerza de esta victoria, que le valió la concentración de los heduos, Vercingétorix convoca a Bibracte (Mont Beuvray) a una asamblea de los pueblos galos, para que se confirme su mando supremo. En ese momento, solo tres tribus no estaban en guerra con Roma.
3.2. … a Alesia
Es entonces cuando César despliega todo su genio estratégico: finge batirse en retirada hacia el sur, como si quisiera recuperar la Narbonnaise. Creyendo que el enemigo estaba a su merced, Vercingetorix cometió por primera vez el error de atacarlo en campo abierto, cerca de la actual Dijon. Gravemente derrotado, abandonó su caballería, que era su fuerza fundamental, en la batalla, y tuvo que refugiarse en el oppidum de Alésia (Monte Auxois), al norte de Borgoña. César logró bloquearlo y, gracias a ingeniosas líneas defensivas (las circunvalaciones), evitar que las fuerzas que venían de toda la Galia, es decir unos 250.000 hombres, acudieran en su ayuda. En septiembre del 52, vana toda esperanza de éxito, Vercingétorix se rindió, al mismo tiempo que los demás jefes galos. Los heduos y arvernos deben su coraje para no ser esclavizados.
3.3. Cautivo de César
¿Apela el propio Vercingetorix a la clemencia de César invocando su antigua amistad, como afirmará el historiador Dion Cassius en iiimi ¿siglo? Lo cierto es que es en cautiverio donde sigue, durante dos años, las peregrinaciones del ejército de César. A su llegada a Roma, fue arrojado al calabozo, de donde no salió hasta el día del triunfo de su vencedor, en el 46 a. C., para ser exhibido y luego ejecutado.
4. Un personaje enigmático
Vercingetorix solo es conocido por sus efigies en unas pocas monedas, la mayoría de las cuales muestran a un joven con rostro imberbe y cabello rizado. Pero puede que sea un retrato puramente convencional. Del propio jefe, solo sabemos lo que dice la Guerra de las Galias de César, que puede haber exagerado su importancia para halagar su propia imagen. Para algunos historiadores, habría sido el producto puro del clero druida, la única fuerza organizada en la escala de toda la Galia y, por tanto, la única capaz de concebir la idea de su unidad.
5. El mito nacional
El papel histórico de Vercingétorix duró solo unos meses. Esto fue suficiente para xixmi siglo éste adquirió el estatuto de héroe fundador de la historia de Francia. Fue en la época de la Restauración cuando los historiadores redescubrieron a los galos por motivos políticos: entonces se los consideraba los antepasados del tercer estado, opuesto a la nobleza de origen germánico.
Autor de una biografía de Julio César, Napoleón III fue un apasionado de la Guerra de las Galias y tuvo importantes excavaciones tanto en Gergovia como en Alésia. En Alise-Sainte-Reine (Côte-d’Or), el lugar probable de Alésia, y hoy generalmente aceptado como tal, hizo erigir una estatua monumental de Vercingétorix en 1865, por el escultor Aimé Millet. Por tanto, se celebró a Arverne como la encarnación misma del patriotismo y la unidad nacional. Posteriormente, su efigie ilustró abundantemente los libros de texto del IIImi República.
Para obtener más información, consulte el artículo. Galia.
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