Virus del papiloma humano (VPH): transmisión, síntomas, tratamientos

O Virus del papiloma humano (VPH) es un virus que pertenece a una gran familia, llamado Papillomaviridae. Son pequeños virus, que tienen ADN como material genético. Hasta la fecha, se han clasificado más de 100 tipos de VPH, que se dividen en dos grandes grupos, según su capacidad para insertarse en el genoma del hospedador, que son de bajo y alto riesgo.

Estos son virus epiteliotrópicos, es decir, tienen afinidad por infectar la piel y las membranas mucosas. La principal forma de infección por VPH se transmite sexualmente y son responsables de la aparición de verrugas genitales, una de las ETS más comunes en el mundo.

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Foto: BlurryMe / Shutterstock.com

Los VPH de bajo riesgo son los más comunes y están asociados con verrugas genitales y lesiones benignas, que generalmente son asintomáticas y con frecuencia son combatidas por el sistema inmunológico. En estos casos, el genoma del virus está en forma episomal, es decir, no está integrado con el ADN del huésped. La mayor parte del sistema inmunológico elimina el virus del cuerpo.

Los VPH de alto riesgo, especialmente los tipos 16 y 18, tienen la capacidad de integrarse en el genoma del huésped y de ese modo promover la transcripción de sus oncogenes. Por tanto, el VPH es responsable de aproximadamente el 100% de los tumores cervicales y también está asociado con tumores en otras regiones como la vagina, la vulva, el perineo, el pene y la orofaringe.

Diagnóstico

Actualmente el diagnóstico de VPH se realiza mediante pruebas clínicas y de laboratorio. Las lesiones clínicas se identifican mediante un examen clínico y dermatológico, donde se identifican las verrugas. En los casos en los que la lesión no es visible a simple vista, es decir, es subclínica, el examen más común es el Papanicolaou, que es un examen ginecológico preventivo, indicado para mujeres anualmente, para identificar lesiones precursoras del cáncer de cuello uterino.

Solo con la prueba de Papanicolaou anual es posible identificar células anormales en el revestimiento del cuello uterino. La prueba no puede diagnosticar la presencia del virus en sí, sin embargo, se considera el mejor método para detectar el cáncer de cuello uterino y sus lesiones precursoras. También están indicadas otras pruebas complementarias, como colposcopia, peniscopia y anuscopia.

Existen exámenes de biología molecular, que son extremadamente sensibles y efectivos, como la captura híbrida, que puede identificar la presencia de un grupo de VPH de alto riesgo, incluidos los tipos 16 y 18, que son los principales responsables del desarrollo del cáncer, antes de la manifestación de cualquier síntoma. La técnica detecta la presencia del ADN del virus y así confirma la infección y la PCR (reacción en cadena de la polimerasa) mediante métodos de biología molecular con alta sensibilidad, detecta la presencia del genoma del VPH en células, tejidos y fluidos corporales. Esta técnica es la más eficaz, ya que básicamente puede identificar todos los tipos de VPH. Estas pruebas se basan en identificar la presencia del ADN del virus en el organismo, por lo que son más precisas, más efectivas e identifican el virus antes de que surja alguna lesión, pero no se ofrecen a gran escala, porque el costo es mayor. , por lo que la prueba de Papanicolaou es la opción principal en el sistema de salud único.

Tratamiento

El tratamiento del VPH depende del tipo de lesión. En los casos de lesiones clínicas, las verrugas se eliminan, mediante cauterización, cirugía o ácido, todo según indicación del profesional.

Actualmente, la vacuna contra el VPH es la medida preventiva más eficaz contra el virus. Está indicado para niñas de 9 a 14 años y para niños de 11 a 14 años, además de estar inmunosuprimido. El uso de condones también es un aliado en la prevención del VPH.

Cuando se identifican lesiones de percusión del cáncer de cuello uterino, la posibilidad de desarrollo es mínima, es decir, es posible prevenir casi el 100% de los casos de cáncer de cuello uterino. Cabe mencionar que incluso en los casos en los que la mujer ya no tiene una vida sexual activa, sigue siendo necesario realizar el examen preventivo.

Fuentes:

http://www.saude.gov.br/saude-de-az/hpv.

Instituto del VPH. http://inct.cnpq.br/web/inct-hpv

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