Erupción solar – Astronomía –

erupciones solares son fragmentaciones estruendosas, repentinas y violentas que ocurren en la superficie solar, generalmente causadas por mutaciones imprevistas en su campo magnético. El plasma, un estado físico compuesto por gases ionizados y electrones, cuando es golpeado por esta explosión, hace que las partículas irradien.

Estos rayos pueden provocar interferencias en el Planeta Tierra, tanto en el mecanismo de funcionamiento de los satélites que dan servicio a la red de telecomunicaciones como en el complejo eléctrico. Los astronautas y los equipos terrestres que circulan por el espacio exterior también pueden verse fatalmente afectados por estas actividades solares.

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El Sol, que mantiene una carga de energía desproporcionada en campos magnéticos, justo en la parte superior de sus manchas solares, ve esta incalculable reserva explotar repentinamente, desencadenando una intensa radiación que va desde ondas de radio hasta rayos X y rayos gamma.

Hay tres tipos de erupciones solares. Los de clase X son los más importantes y explosivos, hasta el punto de penetrar profundamente en el espectro electromagnético de la Tierra, interrumpiendo temporalmente las transmisiones de radio en todo el mundo y provocando turbulencias radiativas prolongadas.

Las erupciones de clase M tienen una fuerza media y alcanzan las esferas polares, y pueden suspender brevemente la producción de ondas de radio. Los de clase C son mínimos y no llegan a la Tierra. Las representaciones virtuales muestran que el mismo proceso en acción en el Sol puede repetirse en la zona magnética de la Tierra o en las prácticas de fusión nuclear.

En la esfera solar, sin embargo, el campo magnético es mucho más complejo. Mientras que en nuestro Planeta las direcciones son mucho menos cambiantes, en la superficie del Sol todo cambia rápidamente; una brújula no podría funcionar en un escenario tan vertiginoso. En esta estrella, el plasma y el campo magnético se influyen mutuamente en todo momento; entre ellos, el intercambio energético puede volverse marcadamente impetuoso.

Durante la erupción, los elementos gaseosos aparecen en la superficie y son propulsados ​​hacia la corona solar, en la que se calientan violentamente, alcanzando más de 1,5 millones de grados centígrados, configurando así arcos conocidos como anillos coronales, vastos glóbulos de gas llenos de iones.

Poco después, pierden algo de su calor y chocan con el Sol a una velocidad de aproximadamente 100 kilómetros por segundo. La masa lanzada de estos anillos coronales, de alto potencial energético, es arrojada al Cosmos, precisamente en la región ubicada entre los planetas, llevando consigo una carga de miles de millones de toneladas de gas impregnado de electrones, a una velocidad que supera el millón. kilómetros por hora.

Al llegar a la Tierra, parte de su poder radiativo es removido de la atmósfera por la intervención de la esfera magnética del Planeta. Pero la dosis de radiación que llega aquí es suficiente para desencadenar perturbaciones geomagnéticas. En el Sol, el efecto de la explosión solar corresponde a la erupción simultánea de 10 millones de volcanes.

Fuentes:
http://pt.wikipedia.org/wiki/Erupção_solar
http://www.unesp.br/universofisico/texto.php?id_noticia=01211205

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