Absolutismo en Inglaterra – Historia

Llamamos “absolutismo” al sistema de gobierno que imperaba en Europa en la Edad Moderna, cuando los reyes gobernaban con poderes totales, absolutos, sin órganos, métodos o leyes que limitaran su desempeño. La llamada «absolutismo inglés”Es la fase de la historia de Inglaterra dominada por gobernantes que ejercieron su poder de manera absoluta, incluso si utilizaron diferentes métodos para hacerlo.

O absolutismo en Inglaterra comenzó a finales del siglo XV. Este momento histórico comienza con la Guerra de las Dos Rosas, que se opuso a las dos principales dinastías de la época, la Lancaster y la York. Tras el conflicto, asume el trono inglés Enrique VII, fundador de la dinastía Tudor, que gobernó de 1485 a 1509. Su ascenso al poder y su mantenimiento se debieron al apoyo de la burguesía inglesa, que controlaba en gran medida el poder político del país.

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En 1509, su hijo Enrique VIII asumió el trono y permaneció allí hasta 1547. Durante su gobierno, el rey aún mantuvo el apoyo real a la burguesía y contó con el apoyo del poder real y el control sobre los nobles del país, que en ocasiones ofreció resistencia al rey.

Henrique VIII, além disso, também foi responsável por uma reforma religiosa, rompendo com a Igreja Católica e fundando a Igreja Anglicana, tornando-se seu representante máximo, ao mesmo tempo que minava a influência católica entre os ingleses e tomava para si as propriedades eclesiásticas de la Iglesia.

El siguiente gobierno lo ejerció Isabel I, que gobernó de 1558 a 1603, marcando un período de consolidación del poder real y de la religión anglicana, un intento logrado mediante la persecución de los fieles de otras denominaciones, cristianas o no. Este panorama de persecución generó una importante ola de emigración de perseguidos que se trasladaron a América del Norte con la intención de colonizar la nueva región.

Al no haber dejado herederos, a Isabel le sucede su primo, Jaime I, que pertenece a la dinastía Estuardo. En su gobierno, entre 1603 y 1625, Jaime continuó la persecución de los no anglicanos y con ello aumentó el número de emigrantes a América.

En 1625, el poder pasa al hijo de Jaime, Carlos I, quien, siguiendo el comportamiento de sus descendientes, intensifica la persecución religiosa y fortalece el absolutismo. Esta postura rígida del rey Carlos perturba el Parlamento y las clases sociales y genera una guerra.

De esta guerra, el vencedor es Oliver Cromwell, representante del Parlamento, quien logra deponer al rey y se convierte en el «Lord Protector», denominación que recibe durante su gobierno (de 1649 a 1658). En 1651, creó la «Ley de navegación» que limitaba la navegación y el comercio marítimo a Inglaterra y sus aliados. Esta medida tiene dos efectos principales. En primer lugar, perjudica a Holanda, que también basó su economía en el comercio exterior y que se vio gravemente afectada por la imposición de la ley. En segundo lugar, esta condición de dominio inglés del comercio marítimo eleva a Inglaterra a la posición de mayor potencia marítima del mundo, título que mantendrá hasta la época de la Primera Guerra Mundial, en el siglo XX.

En 1658, Oliver Cromwell muere. La dinastía Estuardo volvió al poder con Carlos II (1660 a 1685) y Jaime II (1685 a 1688), dando al absolutismo monárquico una nueva vida. Su sucesión se ve amenazada por haber tenido dos hijas en su primer matrimonio con una esposa protestante, ya que el poder solo podía pasar a un hijo varón. Este hijo nació de su segundo matrimonio, de una esposa católica.

Esta profunda influencia católica en la línea de sucesión al trono perturba profundamente a algunos sectores de la sociedad y el Parlamento decide buscar otro descendiente para asumir el poder. Es elegido Guilherme de Orange, de Holanda, casado con Maria Stuart, hija de Jaime II. Con el respaldo del Parlamento, Orange invade Inglaterra con sus tropas y ocupa Londres sin fuego. Ante la situación, Jaime II huye a Francia.

Con la corona del rey Guillermo III, termina la llamada Revolución Gloriosa, como se conoció el embrollo. En su gobierno surgió la Declaración de Derechos, un conjunto de medidas que se caracterizan por determinar que el Parlamento debe aprobar o desaprobar los impuestos, garantizando la propiedad privada y la libertad individual como derechos y determinando la división de poderes en el gobierno.

Después de todo este proceso conflictivo y confuso, Inglaterra se mantuvo monárquica, reestructuró su economía, garantizando las condiciones que la convertirían en una gran potencia mundial en los siglos siguientes.

Bibliografía:
http://educacao.uol.com.br/disciplinas/historia/absolutismo-na-inglaterra-modelo-mesclou-centralizacao-politica-e-controle-do-parlamento.htm
http://educacao.globo.com/historia/assunto/europa-em-transformacao/revolucoes-inglesas-do-seculo-xvii.html
http://cephm-apogeudoabsolutismo.blogspot.com.br/

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