Fisura anal – Proctología –

LA fisura anal consiste en una lesión en la zona del ano, que se caracteriza por la presencia de una rotura en el epitelio anal. Esta lesión puede extenderse al ano en ciertos casos.

Entre las patologías que afectan al ano, la fisura anal es una de las más frecuentes, provocando un malestar que varía en intensidad según el grado de lesión.

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Dado que las personas a menudo confunden las fisuras anales con hemorroides, la estadística conocida para esta patología es mucho más baja de lo que realmente es. La fisura anal puede afectar a personas de todas las edades, pero es más común en adultos jóvenes, de ambos sexos. En cuanto a la localización, en el 90% de los pacientes esta patología aparece en la porción posterior del ano.

Esta lesión es el resultado de algún trauma en la región anal, generalmente asociado a ciertos factores, como:

  • Estreñimiento intestinal, debido al paso de heces voluminosas y secas;
  • Evacuación constante;
  • Diarrea;
  • Sexo anal;
  • Dieta baja en fibra y alta en grasas;
  • Enfermedades inflamatorias del intestino como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn.

Las grietas se dividen en agudas y crónicas. Los primeros consisten en lesiones que cicatrizan en 6 a 8 semanas, realizándose únicamente tratamiento clínico. Nótese la presencia de un corte superficial, pero doloroso al tacto.

Por otro lado, en las fisuras anales crónicas, la cicatrización no se produce dentro de las 6 a 8 semanas, aunque se realiza una atención clínica adecuada. Durante el examen clínico, se observa una úlcera en la región anal, caracterizada como una lesión profunda, con bordes irregulares endurecidos y fibrosos. En ciertos casos, es posible observar el músculo interno del ano, conocido como esfínter interno. Otro hallazgo importante que indica la cronicidad de la patología es el exceso de piel en la región anal cercana a la fisura, denominado plicoma centinela, resultante de la obstrucción de los vasos linfáticos presentes en la región. También puede haber papilitis, que es una inflamación de las glándulas anales.

Todavía no está claro por qué las fisuras anales se vuelven crónicas. Se cree que esta falta de curación está relacionada con isquemia, infección y obstrucción linfática resultante del proceso inflamatorio persistente. Esta falta de flujo sanguíneo en la región anal es consecuencia de la contracción muscular exacerbada del esfínter anal interno y su no relajación durante el proceso de evacuación.

Las manifestaciones clínicas más comunes que se observan en la fisura anal son dolor y sangrado. Posteriormente a la evacuación, aparece el dolor, que puede durar solo unos minutos o incluso horas. El dolor a menudo aumenta debido al miedo del paciente a defecar, lo que resulta en heces más secas o voluminosas. El sangrado suele ser mínimo, se ve en el papel higiénico o en la superficie de las heces.

El diagnóstico se realiza en base al cuadro clínico que presenta el paciente, junto con una exploración física, en la que se realiza la observación del epitelio anal y el tacto rectal, que es importante para valorar el tono del esfínter. Cuando se trata de una fisura anal aguda, no se debe realizar la anuscopia, ya que el paciente tiene un dolor intenso.

El tratamiento puede ser clínico o quirúrgico. El primero presenta resultados satisfactorios en casos de fisuras anales agudas, se realiza mediante la adopción de una dieta rica en fibra, suplementos de fibra, baños de asiento con agua caliente y ungüentos analgésicos / anestésicos. Como resultado de la curación de la fisura, el paciente debe continuar con una dieta rica en fibra para facilitar el paso de las heces, causando menos trauma al canal anal.

En cuanto al tratamiento de las fisuras anales crónicas, existe una técnica denominada esfinterotomía química, que se caracteriza por la relajación del esfínter interno del ano mediante el uso de ungüentos, cremas y sustancias inyectables. Esta relajación tiene como objetivo aumentar el flujo sanguíneo en la región, reduciendo los espasmos musculares en el ano, aumentando así las posibilidades de curación de la fisura anal crónica.

En el tratamiento quirúrgico se extirpa la región ulcerada, así como el plicoma centinela, para que el tejido presente condiciones para cicatrizar con normalidad. Junto a este procedimiento se debe realizar una esfinterotomía quirúrgica parcial, es decir, consiste en la sección parcial del esfínter interno del ano para que se reduzca la hipertonía (espasmos musculares).

Fuentes:
http://www.coloprocto.com.br/Artigos/Fissura-anal.htm
http://pt.wikipedia.org/wiki/Fissura_anal
http://www.drfernandovalerio.com.br/fissura_anal.htm
http://www.colorretal.com.br/index.php/2011/04/15/fissura-anal-2/

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