Germinal –

Novela de Émile Zola (1885), decimotercera del ciclo Rougon-Macquart, descripción del entorno minero del norte durante una huelga a finales del Segundo Imperio.

Étienne Lantier, un obrero parisino expulsado de la fábrica, llega solo por la “carretera de Marchiennes a Montsou” para buscar trabajo en la mina. Trece meses después, se va, solo. Pero, en este breve intervalo, logró concienciar a sus compañeros de su miseria, animó el sindicalismo y lanzó una terrible huelga, marcada por disturbios, desfiles y muertes.

Desde el nihilista Souvarine, que destruirá el pozo de la mina, hasta la familia Maheu, que alberga a Étienne, pasando por los «patrones» y los «burgueses» cobijados por su buena conciencia, todos los personajes dan la impresión de realidad, cruzando sus destinos en un mundo épico. Zola se basó, por supuesto, en sólida documentación y se nutrió de las fuentes más confiables, tanto escritas como orales, llegando incluso a indagar sobre el terreno (el problema era de actualidad en el Norte), pero amplió el trabajo a las dimensiones del lirismo.

Zola mantiene intacta su fe en el hombre, y el título programa con mucha precisión la novela, que termina con la visión de «un ejército oscuro y vengativo, […] creciendo para las cosechas de la era venidera, y cuya germinación pronto reventaría la tierra.