Written by LOS República de Guinea (République de Guinée, en francés) es un país ubicado en África Occidental, cuya capital es Conakry. Con una superficie de 245.857 km², equivalente a la del estado de São Paulo, su población actual ronda los 10 millones y 200 mil habitantes. El idioma oficial en Guinea es el francés, aunque en la vida cotidiana sus nacionales utilizan 35 idiomas diferentes, entre los que destacan el susu, el fulani y el mandingo. La diversidad cultural va más allá de los idiomas, ya que cuenta con 24 grupos étnicos diferentes. La religión más seguida es el Islam, con un 85% de adherentes, un 8% cristianos y un 7% siguiendo cultos africanos tradicionales. La moneda nacional es el franco guineano.
Gobernada por líderes fuertemente armados desde la independencia, Guinea ha sido considerada un baluarte contra la inestabilidad en países vecinos como Liberia, Sierra Leona y Côte d’Ivoire. Sin embargo, Guinea ha estado demasiado involucrada en los conflictos que han devastado la región. La historia precolonial de Guinea está bastante ocupada, ya que perteneció a varios imperios africanos a lo largo del tiempo. Los navegantes portugueses son los primeros en visitar la costa guineana, y son los responsables del nombre actual del país (Guinea – tierra de las guineas o negros africanos). Sin embargo, solo en 1891 los franceses establecieron un control directo sobre el territorio actual del país, creando una administración separada de la de Senegal.
Uno de los primeros países del África subsahariana en independizarse en 1958, pronto rompería los lazos que lo unían con la vieja metrópoli y seguiría el camino del socialismo revolucionario, anulando cualquier influencia de sus oponentes, liderado por uno de los líderes históricos de la emancipación africana, Ahmed Sekou Touré. Durante su mandato de 26 años, se cree que decenas de miles de opositores desaparecieron, fueron torturados y ejecutados.
En 1977, el control estatal sobre la economía y la política se suavizó, en medio de protestas y levantamientos populares. Con la muerte de Touré en 1984 y la toma del poder por Lansana Conté y otros funcionarios, ese experimento socialista fue abandonado, sin revertir la pobreza. Conté denunció los abusos del régimen de Touré y liberó a unos 250 presos políticos y alentó el regreso del exilio de unos 200.000 guineanos. Gobernará, como su predecesor, hasta su muerte en 2008. Guinea está actualmente dirigida por su sexto presidente (tres de los cuales fueron interinos), Alpha Condé, una ex víctima del régimen del primer presidente, acusado de malversación de fondos públicos y objetivo de un atentado en 2011. Guinea se enfrenta actualmente a graves problemas económicos, la inestabilidad de sus vecinos y el riesgo de que el país se convierta en un «Estado fallido».
Bibliografía:
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