Johann Sebastian Bach –

Uno de los mayores genios musicales, el compositor barroco, organista, violinista y clavecinista, Johann Sebastian Bach representa una síntesis de los principales estilos, formas y tradiciones nacionales de generaciones anteriores, además de haber realizado, por su carácter melódico, la sistematización de los principios tonales que dominaron la música occidental hasta finales del siglo XIX. Fue él quien perfeccionó el arte del contrapunto, es decir, la composición en polifonía. Sus obras de música religiosa, vocal o instrumental revelan la riqueza del lenguaje armónico y la alta espiritualidad.

¿Eres estudiante, profesor o academia?

DATE DE ALTA EN NUESTRA RED SOCIAL!, Grupos de estudio, apuntes, escribe en tu propio blog, añadir tu academia o dar clases particulares y Aprende!!!.

Abrir un perfil

Retrato de Johann Sebastian Bach, de Elias Gottlieb Haussmann (1746). Foto: Everett Histórico / Shutterstock.com

Bach nació en la región alemana de Turingia el 31 de marzo de 1685 y creció en un ambiente luterano. Provenía de un linaje de músicos y, al quedar huérfano antes de los diez años, fue criado por su hermano mayor, el organista Johann Christoph, responsable de su educación musical.

Su primer trabajo fue como organista en la iglesia de Neufirche, en Arnstadt, en 1703, donde trabajó durante cinco años y compuso sus primeras obras religiosas. En esa época se casó con su prima María Bárbara, con quien tuvo siete hijos.

Contratado por el duque Wilhelm Ernst en 1708, se trasladó a Weimar, pero no le gustó que su obra no fuera valorada. Así que aceptó la propuesta del príncipe Leopold von Anhalt-Coethen y se mudó a Coethen, incluso con un salario más bajo. En este lugar compuso seis Conciertos de Brandeburgo y las Suites para orquesta.

Como enviudó en 1721, se volvió a casar con Anna Magdalena Wülker, con quien tuvo 13 hijos más. Se traslada a Leipzig, para actuar como director del coro de la iglesia de Santo Tomás. Allí compone sus pasiones más conocidas: São Matheus y São João.

Bach fue el responsable de separar la música del canto y el baile, dándole vida propia. Fue en Prusia, a petición del conde Hermann von Keiserling, donde Bach compuso las famosas Variaciones Goldberg. El Conde sufría de insomnio y quería que Bach produjera música para distraerlo cuando no podía dormir. Así, la música instrumental comenzó a utilizarse para el disfrute, no sólo como “fondo” de danzas, representaciones teatrales o cantos.

Como tuvo muchos hijos, Bach también nos dejó una gran riqueza cultural: compuso más de 1.100 piezas, entre oratorios, conciertos, toccatas, cantatas, pasiones, todo en su mayoría música sacra, aunque, en esta época, la música no estaba más conectada. a la Iglesia.

Bach se refugió en Leipzig en 1749, muriendo al año siguiente, prácticamente ciego. Dejó una obra inconclusa, el “Arte da Fuga”. Su muerte fue llorada como la de un gran violinista y clavecinista, y no merecía nada más que una pequeña nota de muerte.

Tras su muerte, un ciudadano de iniciales BWN catalogó toda la obra de Bach. Estas letras aparecen en sus composiciones en el lugar destinado a la numeración del Opus. A pesar del valor musical de sus obras, permaneció en el anonimato durante mucho tiempo, ya que se consideraba música “melancólica, hermética y mística”.

Gracias a Felix Mendelssohn, en 1829, cuando promovió el llamado “Retorno a Bach” en Berlín, donde presentó, bajo su regencia, “A Paixão Segundo São Matheus”, su obra recibió el prestigio que merecía, siendo hoy interpretada y apreciado en todo el mundo. Su “Tocata y fuga en re menor” fue utilizada varias veces en películas, incluso en “Gladiadores del futuro” (1975), del cineasta norteamericano Norman Jewison.

Fuentes
MONTEZUMA, Marcos. Aprender a escuchar música clásica. Fortaleza, Expressão Gráfica e Editora LTDA, 2005, p. 37-40.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *